viernes, 24 de abril de 2015

SALOU III



Decidí que sí, que me voy a tirar de cabeza a la piscina, porque otra ocasión como esta, no voy a tener. Además, estas cosas se  hacen únicamente en Mallorca, o Salou, y estoy exactamente en el lugar indicado. 

Pero ya sabes, el hombre propone, y Dios dispone. ¿Quieres creer que cuando salí al balcón ya con la única intención de saltar, descubrí que debajo no había piscina? ¡No hombre, no! Solo la calle y una fila de coches aparcados, larga como de aquí a Lima. Naturalmente,  no iba a estropear la carrocería de ninguno de ellos. Opté por no saltar. 

Y ahora, retomando la cosa más en serio te diré que, como me gusta hablar, descubrí que el recepcionista de turno que está esta mañana en el hotel, aunque nacido en Méjico, es oriundo de Cosío, del Ayuntamiento creo, de Rionansa. Y como también me gusta escribir, también descubrí que aquí, en Salou, tengo una seguidora de mis relatos, que en cuanto se enteró de que veníamos,se puso en contacto conmigo, para conocernos.  Se llama Maite Román, y es de La Revilla. Si como dicen, el mundo es un pañuelo, España es un papel de fumar. Le chateé diciendo que estábamos en el Hotel Mediterráneo, y me chateó diciendo que Estrella, la recepcionista simpática de gafas, que hay en este hotel, era su amiga, Si España es un papel de fumar, Salou es un papelillo confeti. Y claro, nos conocimos. Ella dice que  se alegra un montón cada vez que aquí descubre a alguien de la Tierruca, y yo de conocer a quien con mis historias siente más cerca  las cosas de su tierra. 

Lo que escribo lo suelo colgar en tres sitios distintos: En “Susurros Barquereños”, que dirige Rafael Sánchez Ortega, porque es el lugar que él  creó para las publicaciones del Taller Municipal de Escritura. En “Caviedes y sus Gentes”, porque  es donde nací, y no puedo ni quiero olvidar.  Y en “San Vicente y sus Gentes”, porque quienes dirigen la página son así de amables, y permiten que lo haga. Pues bien, aquí, en “San Vicente y sus Gentes”, es donde  esta amiga de  Salou se pone al día de las novedades de la comarca. 

Suerte con el tiempo; días luminosos y temperatura excelente. Suerte con el hotel. El fiambre de  dinosaurio de la noche que llegamos, seguramente fue una broma para que luego apreciáramos la diferencia. Llevo siglo y medio viajando con el Inserso, y este es uno de los más completos que he encontrado en variedad y calidad de comida. Al menos este es mi punto de vista. 

Hoy me di una paliza caminando; como todo es muy llano, pues eso, poco a poco y con la ayuda de mi bastón, voy tirando para adelante. Cuando me canse, me sentaré un rato; pero resulta que cuando noté que me cansaba, ya estaba yo como una jaca reventá. Menos mal que trenucos, como aquél que en Santander bautizaron con el nombre de Magdaleno, aquí hay por lo menos cinco que hacen distintos circuitos. Montamos en uno de ellos, y por un euro, además de pasearnos por todo el centro, nos llevaron hasta Pineda, y luego nos dejaron al pie del hotel. 

Mañana estaré solo porque mi mujer se marcha con sus amigas de excursión de día completo a Monserrat para recordar lo que vimos juntos hace un montón de años tan grande, que yo creo que fue cuando Jesucristo hizo la mili.  Yo desisto de excusiones con guía incluida, porque  hay veces que te llevan a corre-caballo, y ya no estoy para estos trotes, y mucho menos para los otros. Pero seguro que no me aburriré, porque yo, en buena hora lo diga, no me aburro nunca. Mañana te cuento lo que hice. 

Jesús González ©

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