lunes, 8 de diciembre de 2014

ENCUENTROS LITERARIOS, SYLVIA COLL



El día  4 de diciembre de 2014, hemos recibido en la Biblioteca Municipal de San Vicente de la Barquera, a la escritora Sylvia Coll, que como  es habitual ha sido presentada por Luis Alberto Salcines, polifacético Mecenas Cultural de Cantabria y en mucho y diversos puntos de España. 

Al comenzar su alocución sobre Sylvia Coll, aclara que es catalana de nacimiento, pero reside en Cantabria donde desarrolla su trabajo relacionado con la medicina. 

Dice que hace tan solo dos años publicó su primer poemario, “A fuego” con la Editorial Devenir –donde los autores se cualifican y cuantifican-.

Nos muestra una nueva publicación de Sylvia Coll, el poemario, “AIRE”, y que se caracteriza y resalta por el esfuerzo en el estudio, significación y expresión de la palabra, y que se ha renovado en muchos aspectos literarios; permanece su sencillez para una mejor asimilación y comprensión del lector, y que esta obra denota: el “yo” del autor y el “yo” autobiográfico.

El camino que recorre esta autora está delimitado -dice Salcines-, pues ambas publicaciones están estructuradas, divididas, y en ellas se evidencia la búsqueda del amor en toda su amplitud -alma y corazón-, la calma y el silencio en pos de la reflexión, y el gusto de tener su momento frente al mar Mediterráneo, del que llegó, y que prolonga frente a nuestro Cantábrico…

Ambos libros se relacionan con los elementos, agua fuego, aire, tierra, a las que se suman la influencia del lugar de nacimiento por la claridad y el color de sus versos… 

Explica que en estos dos poemarios está el encuentro de la espiritualidad y la religiones, oriental y occidental, como un complemento del humano, y consiguen compensar y equilibrar lo interior.

Salcines cedió la palabra a la autora.

Sylvia Coll nos cuenta que siempre escribió, pero sin pretensiones de publicar. Dice haber crecido en este devenir de sus letras entre escritos líricos, mayoritariamente, y en prosa poética; hasta que decidió encaminarse por este nuevo rumbo donde muestra ritmo, rima y poema blanco. Dice que, desde ese momento, sintió abrirse una ventana de espacios y aires diferentes; se adentró a la lectura de poetas para que la expresión, la corrección, el aprendizaje y el reposo se adueñaran de sus poemas nutriendo su hambre literaria.

Considera que sus poemas no están radicados en la melancolía, sino todo lo contrario y que eso les provee de una vitalidad especial, aunque, todo es parte de la vida, por tanto, y entre otros, escuchamos un epitafio –Cuando- tintado en positivo. Su primer libro se divide en tres partes, agua fuego y tierra. Leyó algunos poemas relativos a cada una de ellas.

“Aire”, su segunda publicación se estructura en cuatro apartados. Una de ellos es una poesía visual –página en blanco con el ánimo de que el lector aporte su propio sentir y si fuera por escrito mejor-, encabeza esta página con un pensamiento de  Juan Ramón Jiménez: “cuanto más escribo poesía más aprendo a sentir… “

Dice que escribe sonido, silencio, vacío y sensaciones derivadas de la reflexión al conjuntar la espiritualidad oriental y occidental, en cuerpo y alma…

En esta charla va desgranando su voz con poesías donde alterna la figura de una cebolla deslizando lo existencial, su experiencia y el aprendizaje, o el horizonte como unión, figura y metáfora; sobresale la belleza que encuentra en la existencia hallando su opción ecléctica, también sobre la suerte de ser presencia y de lo más cotidiano.

Aporta poemas con vocabulario accesible para la comprensión infantil y que, sin embargo, siguen siendo poesía para todos. La vanidad, un chicle, las nubes o una receta de cocina se encamisan en este libro sin encorsetamientos.

Sylvia Coll nos hace ver que todo influye en un poeta y que ha de adaptarse a cada nueva situación…, y que en la distancia de unos meses ha comprobado un gran cambio en sí misma y, por ende, en sus letras. Pretende cambiar, evolucionar, dominar las palabras y sus diferentes afecciones para hacer comprender las emociones… 

Sylvia Coll nos dejó la ternura y la emotividad que, quizá nosotros aislemos, y que con sus originales escritos cumple el cometido de activar y desarrollar ese sentimiento que escondemos tras la edad y la experiencia. Volver. Experimentar. Emocionar. Encontrar en lo cotidiano la novedad. Y mirar a través nuestro.

Gracias. Mujer que ve por dentro.

(La decoración y detalles para la autora corrió a cargo de Flor Martínez, y el diseño y edición del cartel con los marcapáginas, fueron obra original de Nieves Reigadas, siempre pendientes de los visitantes y literatos.) 

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
4-XII-2014

4 comentarios:

Txaro Cárdenas dijo...

Me ha gustado mucho esta crónica de la presentación, Ángeles, nos has acercado la figura de esta poeta y la esencia de su poesía. Impecable.

Anónimo dijo...

Gracias Txaro, que tú digas eso desde tu posición de periodista, me halaga...
Siempre, un abrazo.
Lines.

Isabel dijo...

Gracias Lines por tu exposición - clara y enriquecedora- sobre el trabajo de Sylvia Coll. Si no fuera por ti, se me hubiera pasado inadvertida.

Anónimo dijo...

Gracias Isabel, eres muy amable al valorar esta crónica literaria, y espero que mis palabras no desmerezcan la cultura, que es, en definitiva, el fin pretendido.
Abrazo y que sigas bien.
Lines.