Es la sexta vez que este mes de Octubre me acerco a pasear
por la playa, diciéndome que será la última con buen tiempo; pero seguimos
estando en verano. Más de 20º.
Ha sido una gozada: sin viento,
el cielo azul y sin nubes y el calorcillo invitaba a ir por la orilla, y me
daba rabia haber dejado el bañador ya hace días guardado en casa.
El mar estaba fuerte y bajando la
marea. Las olas llenas estos días de surfistas. Casi me acerqué “hasta el cabo”
y la vuelta fue deliciosa. Una explanada cada vez más grande y como un espejo
cada vez que las olas; esas del final, que ya casi no llevan espuma, pero que
de repente suben “y te cogen” como decimos nosotros. Ves esa transparencia del
agua, con sus pequeños hilos de algas sueltas, una hojita flotando, y unos
pequeños guijarros redonditos que resbalan para quedar en seco hasta la próxima
ola.
De repente, una pareja apareció
paseando a caballo. Ya sabéis que veo cuadros por todas partes, y cuando los
tuve cerca no me pude reprimir y con el móvil les saque una foto. ¡Maravillosa!
La estampa de los equinos se reflejaba en la arena y la composición era
perfecta.
¡Otro pequeño momento feliz, que
te ayuda a sobrellevar las noticias de este mundo en que vivimos, tan poco
alagüeñas en estos momentos!
Mª
EULALIA DELGADO GONZALEZ ©
Octubre
2014
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