jueves, 16 de octubre de 2014

SOY TONTO DE NACIMIENTO






            Lo venía sospechando hace años, y lo cabo de confirmar en estos días. Lo digo, porque no hace mucho tiempo  que empecé a escuchar a  gente que hablaba primero de la prospección petrolífera en Canarias, después,  del fracking, (fracturación hidráulica), para la búsqueda de gas en lugares muy concretos de nuestra provincia, y por último, del caso del ébola en España, y lo hacían todos con un conocimiento tan profundo del tema, y una seguridad tan aplastante de cuanto defendían, que lo único que hasta el momento  he podido sacar en claro, es eso: que yo soy tonto de nacimiento.



            Lo deduzco, porque soy yo solo el que piensa distinto de tanta gente como habla por cafeterías y bares, y otros lugares donde nos mezclamos churras con merinas. Y si solo soy yo, o un pequeño puñado de “yoes”  frente a una multitud, lo normal es que sean normales los muchos, y unos pocos seamos a los que nos falta un verano, como dicen en mi pueblo, o un “agüíta”, como dicen en Canarias.



            Cuando yo era un chaval, (de esto hace ya siglo y medio), decía Gonzalito el de Lamadrid, que “cada uno, piensa con la su cabeza”. Y tenía razón. Pues bien,  “la mi cabeza” piensa, que no debemos negarnos al progreso y al avance. Si tenemos gas en Cantabria y petróleo en Canarias, porqué lo hemos de comprar a precio de oro en otros países…?   ¿Supones lo que  significaría para estas regiones, y para el País entero, que hubiera gas en un sitio y petróleo en el otro? Tampoco es que piense que pueda esto convertirse en un segundo Dubai, o  copia de los Emiratos Árabes. Pero cuando no toca “el gordo”, buena es una aproximación.



            Pero, claro, no se puede hacer tortilla sin romper  un huevo. Y lo importante, lo verdaderamente importante, no es romper el huevo, es como se parte ese huevo. Por desgracia estamos tan acostumbrados a ver tantas chapuzas en los últimos años, que el miedo a ver otra mayor, nos hace recular. Cuando lo único que teníamos que hacer, es exigir de nuestros gobernantes que hagan verdaderos responsables de sus chapuzas, a las compañías encargadas de la explotación, que para eso tienen ingenieros y especialistas; para hacer las cosas como Dios manda, y no de cualquier manera como se hacen muchas.



            Tampoco entiendo la petición masiva de que dimita la Ministra de Sanidad, por el asunto del Ébola.  Si es que es mala Ministra, porque en general gestiona mal las cosas, pues que dimita. Pero no por el Ébola, que de enfermedades sabrá poco más o menos como tú, y como yo. Según “la mi cabeza”, quien debe de dimitir, es el profesional responsable, y eso después de comprobarse que no se hicieron las cosas como debían haberse hecho ante una situación infecciosa prácticamente desconocida… Pero no me hagas mucho caso, porque la mayoría no piensa como yo, y lo más seguro es que esté equivocado. Solo que, humildemente cuento mi parecer…

                Jesús González ©

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