viernes, 19 de septiembre de 2014

NANA PARA MI NIÑA




 
Duerme ya, pequeñina,
en un lecho de niebla
donde acuno tu alma
con la gota de agua
que la lluvia ha dejado
tiritando en las hojas…

Duerme, niña, y navega
sobre el salto del río,
el que baña la orilla
y acaricia los juncos
en el suave remanso
donde mojas tus dedos…

Duérmete, que te arropo
en el vuelo del tiempo
y la suave sonrisa
de otro beso templado
de mi labio a tu cara
con suspiros de seda… 

Duerme pronto, pequeña,
que te traigo la luna,
y al caer tus pestañas
sea un leve abanico,
y en la brisa se quede
el mejor de tus sueños...

Duérmete, niña mía,
en la danza de estrellas
y al abrir esos ojos,
seas flor que renace
en mil bellos colores…
¡Duerme niña chiquita!

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
18-IX-2014

2 comentarios:

Anónimo dijo...


HOLA LINES, YA TE LO HE DICHO EN OTRO LUGAR, PERO AHORA AQUÍ TE LO REPITO. GRACIAS POR HABERME ENCONTRADO UNA VEZ MAS CONTIGO... CON EL INTERIOR DE TU PROPIO YO, QUE NOS HACE RECORDAR A LOS DEMAS LA FIGURA DE ESA PERSOMA PARA TODOS TAN AMADA: "LA MADRE".
ANTE LA BELLEZA Y LA SONORIDAD DE UNA NANA ¿A QUIEN VAMOS RECORDAR?.
HAY UNA ÚNICA RESPUESTA ¿NO ES CIERTO?. BESIÑOS

Anónimo dijo...

Ay, gracias mujer de las escalas; la madres son un reflejo de las almas de sus hijos y si a un canto se añade el abrazo protector, entonces esa madre hace de la vida el verdadero camino: la paz.
Espero que los próceres de este mundo recuerden, de vez en cuando, a sus padres o tutores, quizá ese buen recuerdo les mejore el carácter y la consideración hacia los demás.
Abrazo.
Lines