sábado, 7 de junio de 2014

TODOS LOS DÍAS




           
          No. No es fácil escribir algo todos los días.  Y eso que temas, sobran. Lo difícil es desarrollarlos, y más difícil aún, es hacerlo de forma que transmita  interés para el  lector.

            El lunes en la radio,  Sara Torre me preguntó de sopetón que pensaba yo de la abdicación del Rey, y le respondí que no estaba preparado para una respuesta sensata. Sigo sin estarlo. Creo que sigo siendo un poco como “El Extranjero” de Albert Camus  del que hablaba el otro día: ¿Qué sigue el Rey? Bueno, pues que siga. ¿Qué le sustituye su hijo?  Pues que le sustituya. ¿Es que el cambio lo notaremos en algo los españoles de a pié?  Pues como no sea en las fotos de los periódicos… ¡Que ya está bien…!

            Y ahora es mi nieta Dafne, (por cierto, la mejor y más amorosa enfermera del mundo), quien desde Tenerife me tienta a que escriba algo sobre la abdicación y sus posibles consecuencias.  Mira Dafne, tu sabes que de política no entiendo, que además me da repelús, porque creo que el poder hace prepotentes a las personas hasta el extremo de creerse dioses.  Se sienten ídolos. Pero no son más que ídolos de barro,  Y no; no me gusta el tema.

            En la tele he visto manifestaciones con banderas tricolor clamando por una república, y tampoco sé si eso sería bueno o sería malo. Creo que no lo sabe tampoco la mayoría de quienes  lo piden, pero están en su derecho de opinar, y de manifestarse.

            Yo no soy monárquico. Tampoco estoy en contra. Los que presumen de entender dicen que estamos manteniendo con nuestro dinero la fastuosa vida de la familia real. Yo pienso que si es mucho lo que se les da,  podíamos pedir que se les restringiera el peculio. Pero claro, para eso, los padres de la política, los de un lado y los del otro, y también los medio, y los que quieren entrar. tendrían que empezar dando ejemplo. Y a eso no están dispuestos. ¿No es una auténtica comedia que se disputen e insulten en todos los asuntos  que tratan menos en lo que ganan, que ni de coña lo nombran ellos por si las moscas?

            Yo no sé muy bien lo que es una república. Ni muy bien ni muy mal; me pasa lo que a muchos de los que creen saberlo. Pero tengo entendido que si con la república le damos el pasaporte al Rey, tenemos que nombrar a un Jefe de Estado, que lo sería en teoría de todos los españoles como en teoría lo es el Rey. El jefe del Gobierno seguiría siendo como hasta ahora: También de todos los españoles porque a estos no les queda otro remedio, pero  siempre mirando  con ojos amorosos a los de su partido.

            A ese Jefe de Estado  y su familia habría que mantenerle lo mismo que ahora a la Familia Real, pero con un agravante añadido: Otras elecciones cada cuatro años también, con el gasto inmenso que siempre acarrean. Y como además ellos saben que cada cuatro años los pueden quitar, pensando mal, (y piensa mal, que acertarás), se darán prisa a embolsar lo que buenamente puedan, también por si las moscas…

            Total, que dime tú que ganamos o qué perdemos con el cambio… Luego están los viajes diplomáticos  esos que sirven para fomentar el comercio y la cooperación entre los países. Todos los reyes son conocidos en todas partes, y gozan de más o menos simpatías,  mientras que a los Jefes  de Estado, tienen  cada cuatro años que empezar por conocer  al que esté de turno…

            De todas formas repito lo que le dije el otro día a Sara Torre: Yo no estoy preparado para opinar con conocimiento de causa.  Es decir, opino con el mismo conocimiento que opinan otros muchos afirmando cosas que desconocen lo mismo que yo. Si tu puedes abrirme alguna ventana por donde pueda ver más claro, te escucharé con muchísimo gusto. Pero mientras haya colas inmensas de gente buscando trabajo, hasta de los periódicos me da asco que gasten ríos  de tinta en fotos de caras sonrientes…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ayer volviendo del viaje hablábamos sobre el tema y pensamos lo mismo que tú.También Dafne me parece un encanto.Besos,Chen.