Primor me sabe, preciosa,
a arroz con leche y canela,
a liturgias sin castigo
y un poco de ciencia cierta,
al calor en el abrazo
de caramelo de menta,
y a huevos de chocolate
y a manzanas en su cesta,
y a cabalgar por los campos
de vida y flor, me hace entrega,
a norias y palomitas
y al carrusel de la fiesta…
Suena al crecer de una planta
y al animal respetado,
al corazón de los buenos,
a la distancia de abrazo,
al siempre de los amigos,
al goce sobre el regazo
de una abuela pizpireta
que busca un cuento en su armario
y seduce y es romance
en un poema rimado…
Primor, eso que me has dicho,
lo encontré sobre el helecho
que vi en un río del bosque,
y en mariposas al vuelo
en el color de amor puro
de la nieve, fiel reflejo…
Primor es una palabra
que en la espesura del viento
acuna el alma cansada
y descubre sentimientos...
Primor, me dices riendo,
y yo, que no lo esperaba,
hice un ramo de esas letras
que agradezco, soberana,
y busco setas y duendes
para contarte una historia,
porque pondrás en mi cara
un beso, igual de imprevisto,
y de mis manos, que abrazan,
abrazo muy primoroso
desde Cantabria a Granada.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
26-IV-2014
Foto, Ángel Paz Miguel
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