(Foto Irreberente Natalia, Alma en libertad.)
“Siento que se apaga mi vela
dulcemente,
que hace difumino de mi vida
y que el alma esta partiendo sin fronteras…
Noto tu lecho de sonrisas,
y surgen sentimientos sin ambages
lavados de tormentos,
los tiño con las risa del amor
que me hizo tuya…
Me quema la cera de esa vela,
aún incandescente…
y lloro por irme de ti, no por la muerte,
y me acuso de haberte permitido
llegar hasta mi anhelo,
de, ser, entre tus brazos,
y de haberte concedido la pena
de mi muerte,
y de hacerte creer que eras feliz
algún instante,
de permitir hacerte duelo…
Dejo mi voluntad en tus abrazos
y busco penitencia por ser amor en ti
y de sentirte
y de saber que aún me sientas…
y hubiera deseado que tu amor
marchara antes de ahora…”
En aquel sueño dejaba un epitafio:
“Te quise desde ayer
y hasta mañana”.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
10-III-2014
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