viernes, 6 de diciembre de 2013

AMOR INTOCADO


(Imagen "amor intocado" de Pilar Barrachina)



Mis avejentadas manos
se acercaron a las tuyas
y me negué a la caricia
por no dañarte, mi cielo,
pues quería ser la seda,
y tú decías ¡no importa!

Acaricié tu cabello
que hizo mimo entre mis dedos
y rebusqué en los mechones
para encontrar tus deseos
y deslicé por tus sienes
el beso hasta tu silueta…
Rozaron tu piel mis manos
por encima de tus prendas
pues no quería dañarte
con esta vieja aspereza,
y tú decías, ¡no importa!

Con los dedos temblorosos
desaté los corazones,
te desnudé sin caricias
y oprimí mi cuerpo al tuyo…
Te mimé con más deseos
y el roce de mis pestañas,
y la ropa fue extravío
entre tu beso y me beso
y la piel ya era una sola
entre delirios y ardores…
Mis dedos, ya descarados,
¡te rozaron!...
y tú te hiciste suspiro;
te dije: “Lo siento mi vida”,
y de nuevo,
en un suspiro me hablaste,
decías… ¡que no me importa!

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
5-XII-2013

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