Su coraje destructivo
hace puerto en nuestra ría
y desencaja los temores
en un gran escalofrío.
Es rugido de diablos encontrados
en la liza con la tierra
y golpea en un eco impenitente
que se adueña de la costa,
de sus pueblos
y las gentes
que se envuelven con la bruma
de oleajes increíbles,
y amedrenta
y reduce a fosfatina nuestro orgullo…
“Sin embargo, en el silencio de la noche,
y a sabiendas que no hay nadie
con su barco por las mares tormentosas,
te arrebujas en las mantas
y te dejas acunar por el fragor
que traen las mares
en su lucha con la tierra.”
Nadie puede conquistar a sus enfados.
NADIE
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
27-XI-2013
Fotografía- Irreberente Natalia
https://www.facebook.com/irre.berente.71
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