jueves, 14 de noviembre de 2013

GAVIOTA



 (Imagen-Celso David Chaves Cuervo)
“A veces leo poesías
que me hacen sentir
y volar con el poeta
a sus recuerdos… o a los míos.”

Las gaviotas se hacen vuelo
y los versos que me traen
son leves pasajeros
que regresan a la vida en marejadas,
y entre las rimas
está su vida, la mía,
la de cualquiera,
venida a nuestros ojos
en el adorno de un poema... 

La efímera misión de esos recuerdos
es el despertar a un fuego que renace en la memoria
y que es ave de rapiña
y apresa
y desgarra el corazón
que trocea mi estancia en esta vida,
y me llueve a la angustia
de renacer a mi adiós
en otros versos angustiados… 

Y lloro sin querer. 

Me digo que no es más
que una quimera distante,
melazas y resabios
en un encuentro con aquella vida…
El silencio, de nuevo,
se convierte en un halo de esperanza...
Ahora hay otro tiempo
hubo un “se acabó”
y estoy viva,
y no muerta en el recuerdo…

La bruma acompaña mis lágrimas
hasta revivirme en el paseo por la playa,
porque el viento se lleva los suspiros
y trae la brisa clara hasta mis manos,
donde la caricia que produce
espanta las penas del estío...
Y regreso a la vida
en mi presente palpitante
oyendo a las gaviotas en su canto lastimero.


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
13-XI-2013

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