lunes, 7 de octubre de 2013

EXPLOSIÓN


La locura

 (Imagen:https://www.facebook.com/Cuius.I Alberto Cuius Iuculano)

Rocé la locura esta mañana
y me supo a hieles y a venenos,
a esfera ensangrentada
y a pálpitos de fuego.
Sentí esos latidos en la angustia,
en la fuerza del silencio
de un agua que me ahogaba
en un océano inmenso
y muy profundo.
Me ahogaba entre dos miedos.

Me ahogaba…
Sentía tus manos en el cuello
y la lava que quemaba
mi alma y todo el cuerpo.
Las sienes reventaban
en seísmos y mil truenos…

Lloré sin que lo vieras,
porque sería otra arma en tu discurso enfermo,
y sabía que me lo arrojarías en desquite
en cualquier otro momento,
con esa rabia
que tienes tan adentro.

Sentí que me moría,
y que era cierto aquello
que decías, “que era yo la enloquecida
y que a todos culpaba de este hecho”...

Quise gritar
y partir lejos,
morir, beber la vida que me resta
en un solo trago de veneno.
Quise dejarte y olvidar
que tuve algo que ver contigo, que fuiste de mi adentro…

Amarga es la locura si ignoras
quien es loco, y hoy, casi me enloquezco.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
5-X-2013

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