¡OJALÁ!

¡Ojala no te hubiera conocido nunca,
ojala que hubiera ignorado el brillo de tus ojos.
Ojala que mi alma no hubiera sido poeta
y así no hubiera creído ver en tu alma un halo de cariño.
Ojala que se hubiera muerto mi pasión
de funambulísta en tu circo de amor
que me desequilibró en mi sed de ternura.
Ojala que hubieran enmudecido
mis sentidos,
mi voluntad
y mi valentía!

¡Ojala que mi voz no se hubiera roto en la quemazón del

llanto,
en la ardentía de las lágrimas,
en el fuego de mi respiración,
en el dolor de mi pecho
y en el deseo de morir o de abandonarme a ti,
en la realidad de un amor inmenso
que tu llamaste “fantasía”,
sin que nada me importara,
ni la carne de mi carne…!

¡Ojala que mi timidez no hubiera resucitado
y así no me hubiera muerto en ti,
ni me hubiera asfixiado en mis palabras de “te quiero”
porque antes de ti no había conocido el amor…!

Ni la tristeza.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
2-VIII-2013

Tras escuchar: http://www.youtube.com/watch?v=Yi0N01-Y-RI