Aquí estamos otro mes más, en la aventura de intentar
escribir algo que meramente nos parezca bueno.
Foncho, ¿de verdad que no te quedaban mejores temas, que
los de este mes? porque vamos la antena, un tema… sin miga o como dicen en mi
pueblu sin sustancia. Y del otru mejor ni hablamos del otru ehhh, “la
residencia” ese lugar donde dicen que los viejos son felices… ¡qué ilusos son
estos jóvenes de ahora.
Es una cárcel con pinceladas de guardería ome, porque
entre dodotis, quejidos y algún que otro que bien estaba yo en casa… ¿Qué
diferencia puede haber con la guardería
de mis nietos? Ehhh ninguna.
Bueno alguna “aila” porque claro mejor no decirla porque
luego te tachan de malu o peor de vieju verde….
Pero vamos a lo que vamos que me disperso y me voy del tema. La antena, esto me recuerda a
un escrito de Ana, en el que una niña le decía a su madre porque la vieja Fidela
“que era sorda como una tapia” (vamos como el mismo que os está contando)… no
podía escuchar ni el “pitíu” del tren, la buena mujer le dijo a su hijita que
era por causa del caracolillo de su oído, que todos los teníamos pero que el
suyo había muerto en raras circunstancias y “claru” no escuchaba nada.
Esto debió de pasar al “míu” porque “claru”, como una
tapia no, pero cuando fuimos a Oviedo yo solo veía al escritor y lo que decía,
me lo imaginaba. Pensé en buscar otro caracolillu pero… ni en internet que
dicen que venden de “to”, no lo encontré, así que me quedo como estoy porque
llevamos tantos años juntos que ya me “peda” el pobre así que…. Seguiré
diciendo eso de… “HABLA UN POCU MAS ALTU”
que mi caracolillu perdió sus antenas y no encuentro con que reemplazarlas.
Jezabel Luguera ©
1 comentario:
Ay Jeza, como te burlas de la ancianidad Allá llegarás, y se te morirá el caracolillo, el yunque y hasta los tímpanos...
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