(Inspirado en: “Pienso mesa y digo silla”, de Gloria Fuertes)
Siento fuego en el costado
y al mirarte no te veo,
alcanzo el alba volando,
sin alas, cuando te beso
y acaricio tus pestañas
para quedarme su vuelo.
Quiero que el reloj se pare
que no mueva el segundero
y retenerte a mi lado
donde se acaben los tiempos.
Amo también tus suspiros
y esas notas de tus versos
donde dices con ternura
¡te anhelo, mi amor, te quiero!
Quiero el algodón de azúcar
de tus labios, ¡qué mareo!,
y oigo el trotar de caballos
como locos en mi pecho
cuando cruzas por el puente
y te me acercas corriendo,
con estelas estrelladas
desde tus ojos de cielo.
Quiero ser la mariposa
que acaricie tu cabello
y el vello de tu antebrazo
fuera en mi talle hormiguero,
que hoy tu mano sea luna
cuando acaricie mis senos.
¡Compañero de mi vida!
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
7-IV-2013
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