sábado, 23 de febrero de 2013

NO ME EXPLIQUÉ BIEN. (Lo digo por "el cansanciu")




     
    De todos modos gracias a Lines y a Laura por esos ánimos que me dais. Pero os juro que hoy por hoy, no los necesitaba. Explicaba lo del “cansanciu” porque en ese momento lo tenía, y me dije, “pues voy a ver si soy capaz de explicar a la gente lo que estoy sintiendo”. Y vosotras lo interpretasteis como un lamento de mi ancianidad.  (¡Joé, con la  palabreja “ancianidad”!).



            No. No me expliqué bien, porque no lamento ni un  ápice haber llegado hasta aquí. Ni lamento el “cansanciu” que ello conlleva porque al fin y al cabo es mucho más soportable que otras miles de tonterías  con las que me he tropezado a lo largo y ancho de la vida.



            Además, vosotras escribís las dos, y sabéis muy bien que los sentíres que relatamos, no necesariamente hemos de vivirlos en nuestra propia carne. ¿Para qué si no está  la imaginación? (Si, ya lo sé, Rafael; la palabra “sentires” no está en el diccionario; pero ¿porqué no usarla si a mi me parece que expresa muy bien el plural de lo que uno siente?)



            Yo pienso que nadie debe lamentar alcanzar la vejez, pues quien no la alcanza es que se quedó en la estacada.  Y el que se queda ahí, después ya no tiene ni tiempo  de explicar lo que es el “cansanciu”. Y yo tengo muchos ánimos para eso y para mucho más, pues mientras me funcionen la cabeza y el ordenador, pienso explicaros por capítulos, lo que voy sintiendo a medida que pierdo facultades. 


                                                Jesús González ©

No hay comentarios: