sábado, 23 de febrero de 2013

CORRUPCIÓN




            Acabo de leer en el Diario Montañés de hoy, (5 de Febrero de 2013,)  que los Jueces de Manos Limpias condenaron en Italia a 1.300 políticos, (mil trescientos,) por corrupción. Y a continuación en letra más pequeña, añade que no ha servido de nada porque los escándalos se siguen produciendo casi a diario.

             Leí  el título  por casualidad.  Solo el título, porque hace mucho tiempo que cuando miro los periódicos,  sólo leo eso, los títulos.  Y los miro muy pocas veces. Los disgustos que me lleguen por sí solos, no correré yo tras ellos.

            Me quitaron la afición de leer periódicos los políticos. Me dan auténtico repelús. Dicen ellos que no hay que generalizar. Pero son precisamente ellos quienes hoy uno, mañana otro, lo van generalizando. Y como cada poco se descubre un chanchullo, hay que suponer, o al menos sospechar, que de los que todavía consideramos limpios, han de ir apareciendo muchos con la mierda hasta el cuello. Y lo triste es qui ningún partido se salva.  Se ve que la honradez no milita en ninguno.           

            Yo comprendo que debe de ser dificilísimo no caer en la tentación cuando se tiene tanta oportunidad, y sobre todo pensando que las cosas nunca se van a saber. Pero se saben.  Y aún cuando todo los acusa, tienen la cara dura de hablar en público defendiendo su honorabilidad.  ¿Su honora… qué?

            Yo no se si los que leéis los periódicos, habéis leído que alguno de estos gandules haya devuelto alguna vez lo robado. Seguramente es que soy mal pensado, pero creo que lo más que les ha caído, son unos meses de cárcel y después a disfrutar. Pero los que fueron a la cárcel creo que se cuentan bien con los dedos de una mano.

            Tampoco entiendo la lentitud de la justicia.  ¿No se llevará una participación el juez que alargue la cosa hasta se haya sobreseído el asunto?  ¿Y por qué existe el sobreseimiento,   cuando  Dios, que es todo justicia  según nos cuenta el catecismo, no nos ha sobreseído  ni del pecado original, del que ninguna culpa tenemos? ¿Qué es lo que no funciona, que yo no lo entiendo? Por favor explícamelo en el apartado “Comentarios”.

                                                         Jesús González ©

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