“Qué hace ahí fuera Lucas, arañando la ventana”.
-Con esta frase hemos de comenzar el microrrelato para el concurso; es tan sencilla que no sé como seguir.
-¡Caray, qué casualidad!, mi gato se llama Lucas y solía arañar la pecera. Un día dejé abierta la tapa tras alimentar a los peces. Oí chapoteo y un bufido endemoniado. Al girarme, presencié una imagen dantesca; Lucas, empapado, con el rabo erizado y los ojos desorbitados, colgaba de la lámpara del techo. Me costó un triunfo desengancharle de la tulipa.
Nunca más tocó la pecera.
-Gracias. Es gracioso, pero poco original.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
26-XII-2012
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