PAÑUELO

Necesito un pañuelo con premura,
pues, las lágrimas de plata de mi amiga
se desgranan por los suelos.
Son de puros sentimientos
porque, es cincuentenario
de los años de casados;
se acompañan de los hijos, los tres nietos
y con todo su linaje.


Son los lazos que cumplieron desposados,
y renuevan casamiento
del amor y la firmeza
en la escuela de la vida,
desde entonces,
dieciséis del mes de julio,
y que hoy, han celebrado.


La comida, distinguida,
los recuerdos, bien presentes
al juntarse la familia.
Hubo oscuro que con velas
en la tarta, deslumbraron,
y el silencio se rompió
con tiernos besos,
y el momento del “Feliz aniversario”
que entonó el mejor de los solistas.
Y, os lo brindo con mis letras
más, de haberlo yo sabido,
un pañuelo seda y oro te daría,
pues, las lágrimas de plata lo merecen
porque amiga, no consiento
que otro paño las contenga;
por saberte más que esposa,
más que madre,
y más que abuela.


Un abrazo, buena amiga,
y, mi cariño, desposados...


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
16-VII-2012