miércoles, 18 de julio de 2012

EL PINTOR.



-No puedo, me duelen; como siga así acabaré como Renoir, con el pincel atado en la mano. Pero no me quiero rendir. Este cuadro es muy importante para mí. Es la esencia de mi ser.

Cojo mi bastón y camino por la senda desde donde puedo divisar el mar. Me extasío contemplando el vaivén de las olas como el vaivén de la vida, y hacerte las preguntas eternas. De dónde venimos y a dónde vamos…

Me doy cuenta de que me estoy haciendo viejo. De que en este momento estoy solo. No quise formar una familia. Siempre lo dejaba para más allá…

Miro de nuevo el mar. Muchos millones de años han tenido que pasar para contemplar el mundo así. Tanta variedad de plantas y de animales, desde la más simple hormiga al elefante más grande. Alguien ha tenido que poner orden en las células para tanta variedad de cosas. Generamos vida dentro de un ser para formar otro. Cerebro, venas, huesos, piel etc…

Pasó un cataclismo que se llevó a los Dinosaurios. Los había de todos los tamaños y formas. Gigantescos y enanos, hasta voladores y con plumas. Herbívoros, insectívoros, carnívoros…

¿Vendrá otro cataclismo y desapareceremos los humanos? ¿O seremos nosotros mismos con nuestra insensatez los que acabemos con él?

Vagamos por el Cosmos con un interior de fuego que a veces eructa y nos asusta.

Cuántas preguntas que no entendemos y que los Científicos en cierta medida van respondiendo.

Lo último el Bosón de Higgs, en el Acelerador de partículas del CERN. Por lo visto, en importantes hospitales ya tenían aceleradores de partículas para tratamientos de algunos tipos de cáncer y muy efectivos. ¡Qué bien, cuando logren eso! Lo malo es que hemos nacido para morir, pero es bueno tener mejor calidad de vida, los años que nos toque vivir. Pero para todos. Y me temo que en algunos lugares de nuestro mundo, seguirá sin llegar lo más básico para vergüenza nuestra.

¡Pensamientos… Pensamientos…!

La tarde está tranquila, el mar ya casi en calma se retira de los acantilados y aprovecho para volver a casa por el centro del pueblo.

Paso delante de la Iglesia y veo la puerta abierta. Entro, están retirando los artilugios de una boda. Hace mucho que no piso una iglesia. Hay un Cristo grande. Lo miro. -Nos decías que Tu Reino no era de este mundo. -¿De qué mundo es Tu Reino? ¿Puedo tener un rinconcito en él? Yo solo entiendo de pintura. Déjame seguir plasmando la belleza de una flor.

Mª Eulalia Delgado González ©
Julio 2012

1 comentario:

Anónimo dijo...

Laly, lo leí dos veces para disfrutar de cada partícula de ese escrito.
Ha sido un CERN: C uento de E ulalia, un R elato al N atural.
Abrazo admirado. Lines