He oído a la muerte
que pasó a mi lado.
En mi brazo tocó.
e hizo un repaso:
me frenó hace tiempo,
vaciló en su atajo y
conseguí una tregua.
¡Te perdono, hoy parto!
Y me grabó...
Homicida a sueldo
que trocea sin tajo
y mata a cualquiera.
El envite es ganado;
fue perdido al nacer
de un juego macabro,
se lo cobra en vidas;
¡es sicario barato!
Sin contrato...
Alíada en la sombra
y oculta sin plazos,
que sin prisa atiende
seas amo o lacayo;
sea cosmos o urbes,
serán reos honrados.
Sin retraso...
Mueren hasta eras
y expiran los lapsos;
ni hace ascos al rico
ni enfermos ni a sanos,
ni en recreos o en camas,
a los feos o a guapos,
en la paz y en combates,
al travieso y calmos.
Y prospera matando..
sean flores o patos,
y a todos apresa...
Nos tiene cercados.
Legislado...
Y quedose al pobre
que murió excitado
y a otros muy ricos
que al morir costearon
la cuenta a galenos
que de ellos mofaron
al cobrarle, aún muerto,
es finito y “cobrado”.
Inviolado...
Lo leí en la Biblia,
en liturgia o salmos
No se libra ni Dios,
del duelo y el llanto,
de guadaña afilada
con ateo o el beato,
que subiera al cielo
de antifona y canto.
Bueno y malo...
Y así es la muerte
una vida en paso,
viviendo la vida
la irás evitando...
Inhumano...
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
7-V-2012
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