ENREDADERAS

La música del aire me transporta
a mi bosque y a mi río,
a los cauces entre el cielo,
que son nubes,
en meandros imposibles retorcidos cauce arriba...


Son nublados que despiertan los encuentros
de la vida inflamada en el centro de los bosques,
allí en lo oscuro y en silencio...
Es mi alma...,
Acompañada de aquel río de sonido palpitante,
del amor y sus riveras,
de los juncos que bailaron como vellos erizados,
cual melenas incitadas por el viento,
enlazándose en caricias inmortales.


Hoy lo busco entre troncos abrazados por las yedras
como venas columpiadas por el viento,
en las hayas centenarias
y que algunas, destruyeron a la reina de los bosques,
y a otros robles...


Y rebusco en la entretela de las cuevas,
en las simas abismales,
en la ciénaga y en el canto de las ranas,
en los vuelos de murciélagos nocturnos;
yo lo busco entre los fríos y corrientes,
en las telas transparentes que se llenan de rocíos
donde reinan las arañas.


Y lo busco entre las rocas,
en los suaves roquedales,
en lo oscuro de las almas,
en lugares muy profundos;
voy tan lejos que no alcanza mi mirada,
en silencios que ensordecen,
entre ramas que conozco...


Busco el bosque y la ternura...




Ángeles Sánchez Gandarillas ©
3-I-2012