miércoles, 28 de marzo de 2012

¿BECQUERIANOS?


Anoche leí poemas que estaban llenos de los besos transparentes y a resguardo de ilusiones y promesas del destino, de recuerdos cristalinos, de los ríos que transportan los deseos más humanos, de ficciones que se mueven en la mente, que repican en el cerebro ilusionado para hallar esos amores que regresan, imposibles, porque son la fantasía y el lirismo de evidentes realidades...

Y retomo el silencio y el suspiro, el poema y cada verso, y los coloco en otros labios y lo envío, pobre ilusa, hacia nadie, hacia nada, hacia un amor que se jactaba de saber de esas pasiones y lo usaba como arma arrojadiza, y hacía daño, y hacía sombras, y se sentía uno aislado y flotando en las esperas de ese mundo de distancias y tan cerca que rozaría su cabello, olería su perfume, sentiría hasta sus labios... tan lejanos...

Y no pudo retirarse, y no pudo alejarse de su estrella luminaria, de la rosa espinada que escapaba por el alma de esa historia enamorada..., ni tan siquiera pudo odiar por el despecho...

“Y leí otro poema que hice mío... ”

Tú lo sabes y yo sé que no lo olvidas, a pesar de recordarme que es pasado, y me mientes, y me matas, y no lo olvido, y no salgo del lugar donde tú vives la vida...

Y he llorado, lo confieso, como hace un milenio que no hacía, y he llorado en la derrota del amor desesperado, intangible, sin caricias, sin respuestas... He llorado hasta ahogarme, hasta borrar ese recuerdo en que dije, ¡te quería! y cayó mi corazón en aquel suelo, ¡destrozado!

Y es entonces cuando supe que el amor es coincidencia de dos seres y que querer, no hace respuesta en otra alma... ¡Cuánto he llorado!

He llorado sin la lágrima, he llorado sin quererlo, he llorado de tal forma que pensé que moriría...

Y sin embargo, sobrevivo, en la distancia, y con muy buena memoria, porque han pasado trece meses y aún te quiero...

He llorado y no lo niego y hasta escribo de esas lágrimas, unos versos escondidos entre renglones que se borran con esa agua salina, que han borrado hasta las comas y se ha borrado el punto final de esta historia

y mi control


y el remedio


a la esperanza


o el recurso del olvido


y si no hay nada


porqué lloro


y si es la nada


porqué vivo


y si no existe ese amor


porqué suspiro


y se han borrado con las lágrimas punto y comas de este escrito


Y dejé que el mismo Becquer regresara, y se adueñara de mi alma, y padeciera aquella historia...


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
27-III-2012

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