viernes, 30 de marzo de 2012
RENOVACIÓN.
Tan lento como esperes el minuto,
tan grácil como lleguen los instantes,
envueltos en caricias soñadoras
y ahogados de la fiebre estremecida...
Yo bien lo sé, es larga esa espera
que une la verdad del cuerpo y alma,
es esa la ocasión que tranquiliza,
y es vida y es pasión
y amor en calma.
Ferviente, dejaré la puerta abierta
y entornaré también, nuestros visillos
para que entre la luna confidente
y tatue en mi espalda tus abrazos.
Y sé que me esperabas y yo, sufría,
pensaba que el amor se alejaría;
yo nunca te llamé y tú, no me llamaste.
Y ahora, enciendo cada vela ilusionada,
y de cada flor exprimo sus aromas,
y preparo ese tálamo de esperas
y ahí entre las mantas veinte rosas...
...Alojan ya los cuerpos enredados
y descubren entre las sábanas secretos,
los besos que de cerca se apretaron,
los abrazos desnudando los silencios,
caricias doblegando las pasiones
que arrastraron con los dedos cada poro
y atusaron, uno a uno, mi cabello.
La noche se ha agotado y luce el día
y ya se desperezan los adioses
abriéndose las puertas y ventanas;
ha entrado el aire limpio
y ha expulsado en volandas a mi amante...
Mañana volverás, según acabe tu jornada,
vendrás, igual que ayer, de nuevo a acariciarme
y yo, seré la tierna amante
de aquel contrato fijo que firmamos,
billete de pareja hacia un destino
sin final y eternamente.
De noche, volverás, cariño mío...
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
29-III-2012
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