martes, 17 de enero de 2012

LA OTRA LLUVIA


Miro al cielo y he encontrado un cortinaje,
es el llanto de las nubes sin consuelo
y me concentro en el tiempo de mi sino,
intentando el desarraigo del recuerdo.

Se reflejan, ambos hechos, incesantes
y me siento humedecido hasta los huesos,
ya no puedo refugiarme en ningún sitio;
me ha calado hasta la ropa y el afecto.

Me resguardo de las rachas tras el muro,
restañando de mis ojos los lamentos
se han teñido de las aguas y del llanto.
¡Me distancio de mi mismo y no me siento!

Es difícil refugiarse en tantas aguas
sin paraguas que me tape los desvelos,
ni buscando mi resguardo en fantasías
pues existo empapado e insatisfecho.

Sigo haciendo de la lluvia una disculpa,
soslayando de mi mente mil señuelos;
son las trampas que me pongo desde el muro,
son disculpas de un amor con desaliento.

A medida que el agua se ha empozado,
se ha disuelto, igualmente, el sentimiento
y me alejo, temeroso, de la casa,
y del muro que ha tapado aquel silencio.

Ha pasado este diluvio de emociones,
ya he vendado mis heridas, soy ileso
pues, sabía que el espíritu y las ropas,
secarían con el aire, entre mis sueños.

Es la esencia de sentir en fantasía,
son las nubes y las lluvias y es el trueno,
es el puente que nos lleva a la salida
de una historia sin final... ¡De nuestros dueños!

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
15-I-2012

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