¿DÓNDE ESTÁS?

“¿Dónde estás, qué no te veo?”,

yo te grito entre la niebla;

tú no asomas, no apareces

ocultándote entre ella.

A mi tú no me contestas,

una angustia me aprisiona

pues no asomas, no apareces,

tu silencio me acongoja.

Te reclamo y, tú no acudes,

yo me siento muy apenada

me has dejado aquí muy sola

con la niebla y olvidada.

Abatida me derrumbo

y sollozo en el silencio;

hoy de nuevo te reclamo:

“¿dónde estas que no te veo?”

Ya la niebla se disipa

y entre ella tu no estabas;

no has venido a esta cita

ni acudiste a mi llamada.

Me dejaste tan ausente

sin tus besos y cariño,

te olvidaste de acudir

al encuentro convenido.

Hoy repito una y mil veces:

“¿dónde estás que no te veo?,

me dejaste entre tinieblas

me dejaste sin consuelo”

Flor Martinez Salces ©

noviembre, 2011