CAMBIÓ EL BOSQUE Y LA HOJARASCA.

A quien quiera que dirijas esas letras
sentirá como sentí, una gran pena
que dejaba en mi cabeza esa pregunta,
y punzaba en el mismo “yo” tantas respuestas.
No las sé y de veras que lo siento,
pero, noto tu tristeza y el cansancio,
los efectos de un otoño que se duerme
y el silencio del temor en esos labios.


Te diré que puede ser hasta la noche
la que encierre por completo las respuestas
y quizás, con encender algunas luces
tú te encuentres mas conforme,
con el alma menos muerta.


Ten cuidado, no te quejes de la vida,
ten cuidado, es la única que queda,
es la idea de los vivos lo que cuenta
y es tu queja lo que indica que está entera.
Aunque tengas ideales entre nieblas,
aunque sepas lo lejano de los tiempos,
aunque creas que ya nadie te escuchase,
te aseguro que leerán todas tus letras.


No habrá nombres,
ni habrá gentes en tu mesa
pero, sí las condiciones necesarias.
Las lecturas que se harán, serán certeras
y lo sabes, más amigos las comparten.
Yo lo sé y sé tambien que tú lo sabes,
y recuerda, nada temas,
los amigos en silencio, estarán cerca,
porque otros hoy se encuentran a tu lado.


Abre bien los ojos y despierta,
¿te diste cuenta?.
¡Cuenta, cuenta...!
Uno, dos,...siete, ocho,
¿cuántos quieres?, ¿pierdes la cuenta?
Los que quieras estarán en tus silencios,
llenarán esos abrazos,
lucirán con las respuestas...


Pues ya sabes que son ellos los que cuentan,
los que entienden de inquietudes y de lodos,
de momentos que se llevan las tinieblas
que en tu cielo llenarán con las estrellas.
Otros son, porque eso no lo dudo,
tú disfruta, y verás que también muestran
los ocasos otoñales, mil ideas,
las que tienen la amistad por referencia.


Ten buen día y que tengas mucha vista
y libera las razones de los cambios,
las valores, las resuelvas
y compartas los recuerdos que entristecen.
Hallarás otros amigos, como siempre...


Y retírate esas gafas de madera
y recoge nuevas hojas de los bosques,
la belleza de los brotes que se mezclan
con estíos, los otoños, primaveras.
Todas ellas cubrirán en los inviernos,
las caídas, las nacientes
y los troncos de los árboles.


Han cambiado atalayas y preguntas,
hasta tú habrás cambiado,
¿no lo sientes?


Que el otoño no te impida ver el bosque...


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
31-X-2011