viernes, 28 de octubre de 2011

¡IMAGINACIÓN AL PODER!


Acabo de estar leyendo una entrevista hecha a Steven Spielberg y a Peter Jackson sobre la película que en breve saldrá a la palestra sobre el famoso comic Tintín y de cómo pueden llegar dos personas al mismo sitio de una forma tan diferente. Jackson era hijo único y fue para él una vía de escape del aburrimiento. Tenía mucho tiempo para desarrollar su imaginación. Spielberg fue todo lo contrario; tenía tres hermanas pequeñas que lo volvían loco, comenta con gracia y para escapar de ellas cogía la cámara y se iba a la calle, eso y su mucha imaginación hicieron el resto.

A Spielberg le encanta rememorar su infancia y le gusta que sus películas tengan una conexión con los niños: quiere contribuir a que su inocencia dure el máximo posible. Jackson creció leyendo a Tintín y soñaba con ser tan valiente como él.

Esto y ver unas fotografías de niños pobres en otro reportaje, en el que se veía como sus juguetes los habían sacado de la basura porque sus padres no tenían trabajo y eran muchos hermanos, te impacta.

La imaginación infantil no tiene límites. También yo recuerdo mis juegos en la calle de mi barrio con otros niños; y sí, nuestros padres tenían trabajo y en casa unos cuantos juguetes, pero también buscábamos por todos los rincones algún frasco, lata, caja de cartón, tapas, piedras, palos y plantas para jugar. Nos hacíamos collares con bolitas de papel de plata de los chocolates y con macarrones o sopa de estrellas.

Guardábamos para coleccionar los envoltorios de caramelos (muchos encontrados por el suelo) eran preciosos y los guardábamos en cajitas bonitas.

Un tío mío me compraba todas las semanas el TBO; llegué a tener muchos. Yo me compraba sobres sorpresa que traían varios cuentos y nos los dejábamos unos a otros los montones de chistes hasta que crecimos y nuestras lecturas comenzaron a ser mejores: libros de aventuras y los de la “Biblio del Cole”

Mº Eulalia Delgado González ©
Octubre 2011

No hay comentarios: