sábado, 29 de octubre de 2011

NOMBRE Y APELLIDO


Suelo ser torpe y despistada a la hora de recordar los apellidos de las personas a las que trato y aprecio. Para evitar este desaguisado mental, me sirvo de una estratagema, puesto que quiero a cada uno de ellos y que todos ellos son importantes para mí, les adopta mi corazón y los registro con apellidos que coinciden con la actividad compartida, los sentimientos que me originan o ambos; con ello, se convierten en más cercanos y queridos si eso fuera posible.

Es más, sin saber de esta práctica, hay una gran parte de ellos que me llaman Mamá Lines.

Los bautizo como Antonio Baile; Alfredo –aquí lo ensarto con su pareja y consigo tener a ambos situados- Ana; Ernesto el Artista; Julia Taller; Lolo Club, etc.

Sin embargo hay un nombre que se repite constantemente y gracias al apellido que le añado, consigo, como ocurre con el apellido real, el toque diferenciador.

Amor Hijas; Amor Pareja; Amor Hermanos; Amor Padres; Amor Familia; Amor Amiga...

Aunque, se dice que hay algunos más, dicen pervivir sin menoscabó hacia los otros Amores, el Amor Amante o el Amor Amor. Éste último es un apellido casi obsesivo, casi pesadilla, casi... Quizá fue el amor nunca conseguido, el amor en fantasía, ¿será el amor perfecto desde la entrega total sin recibir nada a cambio?

Sí, hay apellidos de ojos febriles que cortan la respiración con el latido del corazón. Lo aprecié en las lecturas de los poetas del romanticismo y su melancolía, en las novelas desgarradoras donde los Amores de este tipo, morían de Amor Perfecto o incluso, de Amor Intocado; Romeo y Julieta por ejemplo, en la locura amorosa de Don Quijote o, quizá, los duelos a muerte por ser el afortunado que recibiera la mirara de la dama de sus sueños.

Claro que, habrá algún otro nombre que se apellide Envidia, Maldad, Injusticia, Dolor pero, se ha de borrar con la niebla del olvido y ponerlo delante. De tal manera que quedarían así: Olvido el Dolor, Olvido la Injusticia, Olvido la Maldad...

Es inevitable que existan pero, se les puede pintar con el color de lo positivo, esa tonalidad consigue mimetizarlos con los buenos y agradables. Están para apreciar la parte buena de la vida, que es mucha, simplemente hay que ver y valorar los pequeños detalles.

Buscarlos produce permanentemente un gesto sonriente, con el que es más fácil iniciar la risa y después, la carcajada, hacer sonoros los suspiros y atraer los buenos recuerdos. La vida tiene ambos, son necesarios para equilibrarnos y poder diferenciar y evidenciar los buenos.

Nombres y nombres a los que doy el apellido de lo realmente importante, recordar de las personas las sensaciones, sentimientos, los momentos agradables, la compañía necesaria en cada situación y la alegría. Todos inconfundibles, todos situados en el corazón, en el sitio adecuado, cada vez más grande y cada vez más apellidos, todos distintos, todos inmejorables, joyas que visten de gala mi alma. Me convierten en un personaje con el apellido de Feliz.

Lines Abrazos
28-X-2011

No hay comentarios: