domingo, 30 de octubre de 2011

FACEBOOK


Entré un día, no se como. Pero entré. Creo que fue porque en las tutorías de Internet que da Kiko en el Club Social de Caja Cantabria, se abordó el tema.

Me pareció una tontería. A uno le parecen tonterías muchas cosas cuando se desconocen. Y me olvidé de ello.

Ahora que pasó el verano volvió Kiko, la gente se interesó de nuevo por Factbook, y yo puse un poco la oreja, y luego la atención. Oye, que ya no me parece tanta tontería. Después descubrí muchos amigos y muchos más conocidos dentro de este mundillo, y me dije: Pues si esta gente está aquí, esto no es tontería.

Empecé a navegar, pero ¡leche! Es complicado moverse ahí adentro. Me engancha la posibilidad de encontrar aquí viejos amigos. Muchos seguro que no encontraré, porque habrán terminado ya su paseo por este mundo, y de los pocos que queden la mayor parte, supongo, no habrán tenido mi suerte, de llegar con facultades a manejar este aparato. Tampoco se como se buscan. Supongo que escribiendo sus nombres, pero de mucha gente, si recuerdo el nombre, olvidé el apellido y viceversa.

Kiko me dijo lo del muro. Me hizo gracia, porque generalmente un muro se hace para encerrarse dentro. Vamos si no es para encerrarse a cal y canto, es por lo menos para que la gente no pase sin llamar. Y este muro resulta que es para abrirse uno a todo aquél que te quiera escuchar. Esto me gustó, y os cuento porqué.

A los que nos gusta escribir, nos gusta también que la gente nos lea. Si nadie nos leyera, para que coño lo íbamos a hacer. Nadie se cuenta historias así mismo, como tampoco nadie se cuenta un chiste. Si se contaran, mira que fácil, a cada chiste le ponías un número, y por ejemplo te decías: ¡el número cuatro!, y sin necesidad de más te retorcías de risa. No, los chistes no se saben para contárselos a uno mismo. Son para contárselos a los demás. Lo mismo pasa con la escritura.

Y como nadie corre detrás de nosotros para leer lo que escribimos, corremos nosotros detrás de los lectores, para ver si al menos por aburrimiento, alguno nos lee. Fijaros como será la cosa, que hace ya tiempo le pregunté a Foncho si donde él cuelga nuestros escritos, no se podía poner un sistema de registro de visitas, y se hizo el sueco… ¿Sabéis porqué? Pues la respuesta es fácil: para que no nos descorazonemos.

Hay ilusos, como por ejemplo Lines, que siempre que se habla de esto, dice que sí, que le consta a ella que nos lee mucha gente… Pero ven acá mujer: para ti, ¿Cuántos son muchos?

Yo empecé a colgar algo en mi muro a ver si pica alguien, y hasta ahora solo resucitó María la bibliotecaria, que es una de las muy contadas personas que sabemos que es lectora asidua de sus amigos. Gracias María, siempre has sido un cielo de criatura.

Esto, como siempre, es para Susurros, pero lo voy a colgar también en mi muro, y poner las direcciones de nuestro Taller de Escritura, y ver si por ahí encontramos lectores extra: tallerescriturasvb.blogsport.com y susurrosbarquerenos.blogsport.com .Además, lector, al final de cada escrito tienes opción a ponernos de vuelta y media si la cosa no te agrada, que esto también tiene su morbo.

Jesús González González ©
Octubre 2011

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fíjate Jesús, entré una vez en el face, y sí, me recibió muchísima gente, eso te confirmará que nos leen; hombre de poca fé. Tantos fueron los demandantes que cogí MIEDO, empecé a dar tecladas a diestro y siniestro y al poco de ese desenfreno teclil, me puso: se ha borrado usted del face. Hay de nuevo la posibilidad de entrar y te digo, querido Jesús, que no me atrevo. Abrazo. Lns