viernes, 23 de septiembre de 2011

EL JARDÍN ABSORBENTE


(Para mis amigos M y R; disculpad el desasosiego que os provoqué...)




Amigo,
ya no puedo más.
Conquistabas mi energía, mis cuidados,
era un placer estar a tu lado.
Ahora que has crecido
me seduce el cansancio.
Ya no quiero poseerte,
solo admirar tu magia natural.
Estoy cansado amigo, muy cansado;
olvidé ya la pretensión de ser Tarzán
en ese rincón secreto, solo mío,
y ahora te lo quedaste todo.


Sí, hasta la rosa del Japón
de su parterre, rodeada con los cuarzos,
ágatas y azuritas,
o brillantes plomizos enterrados en piedras.
También ellas me debilitaron
y mi reloj del tiempo se diluyó.


Estoy cansado...
Deseo la libertad del mendigo
que disfruta de los suyos,
de bosques silvestres,
del tiempo para descansar,
incluso hambriento.


Sí, estoy muy cansado,
tanto que ni si quisiera me importaría
que envejeciera el tiempo,
ni lo esperaría, eso no...


Estoy cansado amigo.
Olvídame y déjame lograr la paz
en los reflejos sin fin del túnel cristalino,
allí, sucumbe la curiosidad mil veces, infinitamente.
El eco de los espejos me cansa…


Amigo, déjame peinar los sueños


en la cama redonda de los descansos;
dejarán de conjuntarse nuestros planetas
para volar al cosmos del oasis, y al final
¡…descansaré en el jardín secreto!




Ángeles Sánchez Gandarillas ©
Agosto de 2011

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