Eran fantasías
y locos amores...
Entonces la sangre,
como a borbotones,
como a borbotones,
corría en las venas
logrando sudores,
nublaba las mentes
y en los corazones,
surgían quimeras
de dulces pasiones.
Colmaban las almas...
¡qué locos amores!
Daban a los versos
ardor e ilusiones,
¡y como clamaban
esas emociones...!
Amaban a muerte;
escritos, furores,
mentían al cielo
en súmmum de errores;
caricias o besos,
romances, versiones...
Y nada tuvieron
que ver con razones.
Fueron intangibles,
¡qué locos amores!...
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
21-IX-2011
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