LAS PUNTADAS DE ANITA.

El verano está fatal. Peor creo que imposible. Parece que se han puesto de acuerdo la televisión, la radio y los periódicos para meternos el miedo en el cuerpo. Todo son crisis, reuniones de urgencia, sustos bancarios, deudas y bancarrotas… Yo creo que nos ha tocado vivir con los peores políticos a nivel mundial que puedan parir madres politiqueras. Y encima, ya ves, hasta el sol de agosto nos toma el pelo, que acabamos de empezar el mes, y se asoma un “ratucu” para animar al turista, y en cuanto le ve animado se esconde tras una nube. Vamos, como si fuera el mismo del mes de julio, que se empeñó en no asomar, y el cabrón de él, no asomó.

Entre los planes de Rubalcaba, las esperanzas de Marianico, el tiempo que no acompaña, que según dicen hay menos gente, que según muestras menos dinero… Calcula el pelo que vamos a echar. Pero a mal tiempo, buena cara. Por mucho que se empeñe el sol en no salir y los políticos en hundir el mundo, agosto es agosto, y San Vicente se viste de gala, pasea la gente… se bebe, se come, se cena… ¡Se expone!

Las exposiciones son arriba, por todo lo alto. Las fotos de Jóse en El Castillo, como siempre, espléndidas. Una maravilla. Si no fuera por lo dicho más arriba, (que no hay dinero,) seguro que las vendería todas. Aún así, ya veremos. Y siguiendo más arriba, allí en los bajos del Ayuntamiento la exposición de Anita.

Anita es punto y aparte. Anita es mucha Anita. Anita es Anita, y no hay otra como ella. Anita… ¡genio y figura! ¿Quién no conoce en San Vicente el desparpajo de Anita? Habladora, animosa… Anita por el Puente Nuevo saludando a todo aquél que pasa, en la terraza de un bar hablando con quien haga falta hablar… ¿Quién anima el cotarro en las sardinas del Carmen? ¿Quién es capaz de venderle papeletas al lucero del alba si a mano viene?

Bueno, esto lo sabíamos todos en San Vicente. Pero… ¿Habéis visto la exposición de trabajos manuales de Anita? ¡Ni juntando las abuelas de media España, son capaces de dar tantas puntadas! Yo de trapos no se gran cosa, pero solo de pensar que todo aquello salió de las manos de una sola mujer… Se necesita arte, paciencia, humor… ¡Pero si Anita tiene un carácter que es un terremoto! Anita es explosiva. Supongo hasta que cuando Anita se enfada… ¡debe tener una hostia…!

Pues de hostias, nada. Anita con los trapos en la mano es puro primor, pura perfección, delicadeza, esmero… Hasta el domingo tenéis para admirar su trabajo. Enhorabuena, "Ana", (perdón, Anita), eres una artista.

J. González ©