sábado, 7 de agosto de 2010

HUMOR EN SOMBRA CON DESTELLOS

Una parte importante de mi vida la paso en el centro médico; eso me reporta a veces amistades o un trato agradable, ver como muchas de esas personas, esconden una gran amabilidad y comprensión. Las menos lo esconden demasiado, –sonrío-. Eso da un toque de entretenimiento, si todo resulta favorable, puede ser aburrido.

Otra cosa que valoro, es haber nacido en esta época de adelantos donde hay remedios farmacéuticos para casi todos los males que porto en el cuerpo. ¡Ah! Y también no ser coetánea de locos mandatarios que se cargaban a los enfermos o débiles, les utilizaban para experimentos demenciales o simplemente, les mataban.

Estas reflexiones vienen dadas porque últimamente tenemos cierta propensión, por diversas situaciones vividas o pensamientos, como protagonista a la muerte o a dolencias. Quizá sea la necesaria sombra en nuestra vida.

Ocurre incluso a escritores lo reflejan en sus obras, les dan hasta títulos para diferenciar esas épocas en sus escritos. Por ejemplo Luces, Sombras, Paisajes, etc.; ocurre igualmente a pintores, escultores o músicos. Para intentar quitar hierro a ese condicionante, habría otra forma de ver la situación poniendo unos pocos de destellos, por otra parte ineludible, a ese paso de finalizar la vida; siempre queriendo respetar el dolor, miedos y sentimientos, que por todos nosotros han pasado.

Hoy hice otra visita rutinaria, médicamente hablando, y conversábamos de vacaciones, de cuánto tiempo llevas en tratamiento de cuál o tal cosa, de qué tal estás.

- Creo que bien… Pero espero que tú me digas pues tienes antes que yo los resultados de la analítica. - Ahora quien sonríe es la profesional. –Por cierto, en un porcentaje de cuatro a dieciocho, son mujeres, en todas estas especialidades u oficios.

Han interrumpido la consulta cuatro veces, por teléfono, a la puerta, la enfermera; la galeno se siente cohibida por ello y se disculpa. Comento que no me interrumpe pues tengo recursos para recordar todos los achaques, cabe la posibilidad que sea ella la más desconcertada, deberá repetir de nuevo las preguntas. (Auténticas personas bajo aquellas batas blancas, humanas, profesionales.)

Me pasan con la enfermera a la siguiente sala y tramitan las recetas. Paso a una tercera habitación o dispensario, me proporcionan géneros para autocontrol en mi domicilio.

- Te daré para un mes al menos.

- Sí, no des para más, pues podría curar y me sería innecesario.

Lo digo tan seria que mira sorprendida, creo que piensa que se ha añadido el desvarío a la colección de mis males. Explico la condición de la hipotética “cura", ella sabe de la imposibilidad al tratarse de dolencias crónicas y hasta el momento, incurables. Mantener algo de optimismo es bueno para salir delante de la mejor manera posible. Se corre el peligro de ser iluso, pero facilita el tránsito.

- Verás, será cuando vea la gente en el “cajón” dirán:

- Mírala, con el buen aspecto que tiene, parece mentira, ¡que cosa es la vida!; ¡que pena!, en lo mejor, etc., etc.

-Yo les oiré y me reiré por dentro -pues de otra manera será imposible-.

- Inocentes de vosotros, estoy tan bien porque por fin he curado, por fin tengo vacaciones, por fin he dejado la dieta, por fin puedo dormir seguido, por fin me relajo sin la preocupación de programar cada minuto de la vida, ni de estar pendiente de si tengo mareos o cosas así, por fin…

Tendrá un inconveniente ese momento, inmerso en todo lo que nos sucede, ha de cederse algo en compensación; en este caso el precio sería pagar con la vida para conseguir eso. No estoy por la labor de ese cambio. Pero es posible que aún entonces, lo pasaré bien, algo bueno habrá… Espero.

Una curiosidad, en casa se le llama “carro de los helados” al coche funerario, creo que es acertado. Pensadlo y me daréis la razón. De todas maneras, me da cierto escalofrío se llame como se llame.

Un abrazo en vivo.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
6 de agosto de 2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy vivo ese abrazo! que deja el suspiro, y la fuente inagotable de esa actitud positiva,otro abrazo!


V.

Flor dijo...

Es tu humor una sombra entre destellos,y tus frases la vida en ironia,no dejes de escribir amiga mia,pues yo con ellos me ejercito,besitos.