RETAHÍLAS

_Algunos políticos deshonrados, ¿Se estarán dando cuenta de que nosotros nos damos cuenta? –Traslado esta reflexión de un amigo, sentí verle desilusionado-.





_Sí haces la pelota, ¡Ojo!, puede rebotar y hacerte daño.





_Se dice que la amistad es la complicidad de los sentimientos, ¡Fíjate, suena a delito!





_Alguien me dijo que olía a felicidad. Temo que se me gaste ese perfume.





_Sé que no tengo en propiedad a mis hijos, mis padres, mis sobrinos o a mis amigos; eso me arruina totalmente. Quizá he sido un esclavista, pretendiendo poseerlos o comprarlos, con el cariño que les proceso.





_Los abrazos llenan de un infinito cariño, en el mínimo espacio.





_Quizás la amistad, sea el imán que atrae el cariño. A mi me sucede.





_Tengo amigos que por altos que sean, siempre les encuentro mirándome a los ojos.





_Este mundo es belicoso, se pegan hasta las lentejas.





_Necesitamos cuidar nuestra salud para vivir. Cuando llega alguna enfermedad, es necesario cuidar esa dolencia pues… nos puede matar.

EL REPOLLO CADUCO

Es la verdura que me daban en toda la rueda del año, recurrían a ella a veces pues no había alternativa, las demás plantas comestibles eran estacionales. La odiaba, años y años, con esa ración delante de mí.

Me lo envolvían y disfrazaban, en tortilla, poniéndole encima alguna cucharada de otra comida que yo sabía prohibida, en ensalada, sopa, entre las maneras más habituales de prepararle.

¡Repollo!, quiere decir dos veces pollo, ¿Por qué sin embargo en mi plato se convertía en ese odioso vegetal? Me hubiera gustado ser miembro de la Real Academia Española de la Lengua, haría desaparecer esa afección y con ella, el odiado repollo, una vez prescrita, no se conocería y yo, no lo vería nunca más.

Crecí y deseché esa opción, pero aún tenía un sueño repetido en noches de pesadilla. Soñaba que era de hoja caduca y que quedaría tan solo su tallo, durante seis meses, ¡seis!

Creo que tengo los ojos verdes, de tanto comerlo.

Estoy en el camino de la vejez y sigo odiando el repollo. Esa inquina me devuelve a la niñez constantemente; no hay mal que por bien no venga.



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_ En el fondo, todos pensamos igual. Tengo un problema, ¡no sé nadar!





_ ¡Qué ironía!, para disfrutar del claro día, hemos de ponernos cortinas en los ojos, las denominan “gafas de sol”.





_He visto a niños temer al descubrir su sombra, pues les persigue; para calmarles, les enseñamos las graciosas sombras chinescas, es un chiste con "sombrilla".





_De pequeña pensaba, que el paraguas nos cubría de la pena del cielo.





_El desierto es un océano de olas de arena, allí flotan diversidad de seres, incluso hombres azules: son los reflejos de ese mar.





_La pre-ocupación es ocuparse de lo que aún no ha ocurrido. Cuando suceda... si sucede, ¿Qué haremos?





_La política es una profesión, donde menos licenciados políticos visibles hay.





_ ¿Por qué intentas enseñar a cantar a un cerdo?

-Porque eso de tener ilusión, es increíble.





_El mejor humor es cuando al reír, no estás faltando a nadie. Parece risible intentarlo, pero basta con tomarlo en serio.





_Comer es el éxtasis del estómago, se hincha de felicidad.




UNA HISTORIA DE AMOR



Los ramos de rosas, son detalles que nunca recibió, antes quizá se sintiera molesta, ahora aprecia otras atenciones inesperadas, fuera de fechas predestinadas o consumistas.

Ayer se encontró una servilleta de papel, dobladísima sobre la mesa; tenía una forma exagonal. Pudo la curiosidad y la extendió, -él sabe que lo haría-, apareció ante ella una flor, hecha a base de cortes con una afilada y pequeña navaja, mientras caminaba el esposo en su paseo.

Cada principio de verano, aparecen sobre el fondo oscuro de un plato o en la encimera de la cocina, -siempre la pilla desprevenida, por tanto la hace ilusión verlas de nuevo-, unas ciruelas amarillas pequeñitas, de árboles silvestres y bajitos. Están situados en los setos externos del siempreverde de un jardín. Cada día dos o tres. Van tomando el rojo de la plena madurez, acidas al principio, a medida que maduran adquieren dulzor y se ablandan.

Parece la misma historia de su relación, paso a paso mejorando, recorriendo estaciones y esperando las ternuras.

Son ramos de rosas invisibles y sensibles, sin olvido, ni deterioro a lo largo del tiempo.

Un amor vestido de detalles, adornado por frutas sabrosas.

¡Dos exquisiteces envidiables!



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_Hincharse de dormir es algo evidente, aunque duermas mal o poco, ¿no lo crees?

Mírate recién levantado al espejo, devuelve siempre tu imagen inflamada.







_A veces me canso de cuidar de la enferma que tengo en mi casa, llevo más de cuarenta años haciéndolo, necesito vacaciones. Pero…me doy cuenta que soy yo misma, por lejos que me vaya, siempre estará conmigo.







_Dicen en ocasiones que, ¡La vida es un asco!, se equivocan. Lo que es un asco es la muerte.







_Hay cosas que no tienen “sentido”, la maldad, la locura, la envidia, mortifican a los demás y así mismos. No hay incongruencia mayor, que disfrutar con el mal ajeno.





_Algunos eufóricos y ya talluditos forofos del futbol, hacen recordar a la histeria de ciertos fans ingenuos e inmaduros, en conciertos multitudinarios.





_ La enfermedad y yo viajamos juntas. Sin embargo, en este tren itinerante, estoy acompañada de los que me quieren. No puedo evitar marearlos.





_ La venganza y el melón, mejoran tomándolos en frío.





_ Las retransmisiones de los partidos de futbol, cada vez se parecen más a la sensibilidad de la poesía clásica, ¿estaremos mejorando?





_Nuestra vida son las briznas o troncos, trasportadas en el agua que corre bajo los arcos del puente. Simplemente, pasan.





_Cuando descubrí que había tiritas transparentes, las guardé de inmediato para las heridas del alma.





_ Las estrellas, ¿son los poros del cielo?





_ El baile es un arte volátil.





_Los pasillos de los hospitales, tienen dos carriles y quitamiedos.





_Te refugias del ruido de la tormenta bajo las sábanas, pero allí hallas a su amante, el miedo.





_ La calvicie es una huelga, cogida por los pelos.





-Hay moscas de todos los colores y mosqueos de todas las especies.





Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
5 de julio de 2010