En el Taller de Escritura tenemos vacaciones, esto es, se cerró el taller hasta… por lo menos septiembre arriba. Y tenemos vacaciones para poder dedicar nuestro tiempo a aquello que más nos apetezca. Y mira tu que cerca está la incongruencia: a mi una de las cosas que más me apetece es escribir y estar con los amigos. ¡Justo lo que hacía cuando no teníamos vacaciones!
A mi modo de ver, ahora que estamos de vacaciones deberíamos de buscar tema de escritura y reunirnos por lo menos todas las semanas. ¿No estamos de vacaciones? Pero bueno, tomaremos la vida y sus cosas tal como el mundo la hizo y sigamos llamando vacaciones a dejar de hacer lo que nos divierte. Ya, ya te oigo Jezabel, y veo esa cara de niña traviesa que pones para decirme que puedo seguir escribiendo, que nadie me quita de hacerlo. Y veo también a María escuchándote con una sonrisa de oreja a oreja mientras me observa tratando de adivinar como tomo tu recomendación. Claro que seguiré escribiendo, pero al trabajo de hacerlo le falta la recompensa de los encuentros en la sala de los ordenadores. ¡Benditos ordenadores, testigos mudos de nuestras lecturas! ¿No les hará Rafael un poema? Después de escuchar ayer a Lorenzo Oliván el que le hizo a una mosca… Foncho es capaz de dedicar sus versos incluso a un microbio que es mucho más chico, por lo que no me extrañaría un peñazo leerle algo sobre el rincón de nuestras tertulias. O si no, que se le escriba Flor cualquier mañana de esas que sube al lugar a ver si todo está en regla. O Lines que también hace sus pinitos en eso de rimar palabras…
De todas formas, como decían las viejas de mi pueblo cuando yo era joven, jáseme a mí que “ me se” va a hacer larguísimu el tiempu “dende” aquí hasta sertiembre.
Jesús González González ©
Julio 2010
A mi modo de ver, ahora que estamos de vacaciones deberíamos de buscar tema de escritura y reunirnos por lo menos todas las semanas. ¿No estamos de vacaciones? Pero bueno, tomaremos la vida y sus cosas tal como el mundo la hizo y sigamos llamando vacaciones a dejar de hacer lo que nos divierte. Ya, ya te oigo Jezabel, y veo esa cara de niña traviesa que pones para decirme que puedo seguir escribiendo, que nadie me quita de hacerlo. Y veo también a María escuchándote con una sonrisa de oreja a oreja mientras me observa tratando de adivinar como tomo tu recomendación. Claro que seguiré escribiendo, pero al trabajo de hacerlo le falta la recompensa de los encuentros en la sala de los ordenadores. ¡Benditos ordenadores, testigos mudos de nuestras lecturas! ¿No les hará Rafael un poema? Después de escuchar ayer a Lorenzo Oliván el que le hizo a una mosca… Foncho es capaz de dedicar sus versos incluso a un microbio que es mucho más chico, por lo que no me extrañaría un peñazo leerle algo sobre el rincón de nuestras tertulias. O si no, que se le escriba Flor cualquier mañana de esas que sube al lugar a ver si todo está en regla. O Lines que también hace sus pinitos en eso de rimar palabras…
De todas formas, como decían las viejas de mi pueblo cuando yo era joven, jáseme a mí que “ me se” va a hacer larguísimu el tiempu “dende” aquí hasta sertiembre.
Jesús González González ©
Julio 2010
2 comentarios:
Desde luego que añoraremos esas tertulias amigables. A lo mejor se te ocurre algo Jesús.
Voto por ello. Hasta la campana del reloj guarda silencio, tan solo se ve allá arriba una luz encendida, recuerda que sigue vivo aquel rincón. Lines
Jesús yo os añoro todos los días y siento vuestra ausencia en ese sala tan magica donde compartimos tantas ilusiones,besitos.
Publicar un comentario