martes, 27 de abril de 2010

ARTISTAS


Esta exposición a raíz de la entrega del “FUERO”, con ese histórico período y siguientes años, superó con mucho mis expectativas, a pesar de saber que este detallista es autor de grandes obras a niveles reducidos, ya sea como maquetista o en este caso como dibujante, pues nos lleva de paseo por esta época del medievo.

Comenzó este trabajo hace casi un año, surgió la idea como le ocurre en otras ocasiones y se lanzaron, junto con su esposa, para hacerla realidad; hoy la disfrutamos en este local cedido por el ayuntamiento, estas personas son desinteresadas, pues podrían cobrar y no lo hacen, algo que asombra a quienes visitan la exposición.

Desde el papel utilizado, los marcos de los cuadros, los colores escogidos como fondo, incluso en las explicaciones escritas con un fondo amarillo pastel que da a la lectura informativa resalte; también hay dos maquetas, una es la de las famosas chalupas de San Vicente con breves reseñas explicativas que acompañaban cada trabajo que se asimilan con rapidez y se retienen mejor, proporcionando una visión real de la historia, de estos 800 años que celebramos con el Fuero, incluso la participación de barcos barquereños en la Armada Invencible, del siglo XVI.

Desde un sillón depositado en la arena, veo un hombre orondo observando los trabajos de construcción; imagino que podía haber sido el almirante Bonifaz.

Todo ello bajo una imagen caricaturizada de los personajes, pero que en los barcos adquiere realismo y se aprecia la genialidad por parte del laborioso “maestro” de esa parte de nuestra historia; viñetas y dibujos que al alejarse se transforman en pintura casi. Mirándolo de lejos, en forma sesgada, tanto como nos permite las dimensiones de este local, algunas parecen convertirse en autenticas fotografías en blanco y negro.

En la primera lámina, encontramos un estudio detallado con un conciso escrito, las formas y necesidades de las embarcaciones, diferenciados por modelos y épocas. Seguida a estas, dos representaciones de naves, que al ir llegando, parecen pequeñas cuerdecillas pegadas, dando relieve al diseño. Explica que no es así, nos acercamos y comprobamos que es pintura acrílica con un pequeño grosor o cremosidad, llevada a este dibujo con originalidad.

Repite el Sello del Concejo en alguno de sus dibujos; este le podemos ver en color, en el suelo en mitad de la plaza de J. Antonio. Caminando por el local y guiados por sus indicaciones nos muestran cronológicamente cada cuadro, sin forzar para nada la imaginación; así te encuentras que a pesar de ser dibujos sencillos, son de trazo claro, limpio, detallista, transportándonos a un universo histórico, casi abducidos por la expresión total de las escenas.

Esta claro que sobre los barcos en general, José Ramón Lengomín no tiene parangón, después de vistos muchos trabajos de otras personas, tampoco aprecié en otros tanta elaboración en su totalidad.

Siguiendo el orden cíclico, vemos escenas de calafateo, reparación, limpieza de los barcos. Incluso se observa como introducen la brea y la estopa, en las heridas del casco. Pequeños detalles, cámbaros subiendo por las vigas que se introducen en el agua, peces, ropajes, personas y oficios, desde los carpinteros y calafates, hasta los herreros que se trasladaban a las zonas del puerto, casi siempre en arenales endurecidos. Todo con el más pequeño detalle de estas labores, serruchos, mazas, cepillos, los recipientes de la brea humeante, carros tirados por animales porteando maderas o quizá alimentos, etc. Increíble, aún yendo 100 veces quedarían detalles por observar.

Aporta los diseños norte europeos de entonces, que eran los que más conocían esas mares y sus tormentas, los vikingos fueron poblaciones conquistadoras y marineras, aventureros, donde dejaron sus influencias en estas y otras muchas costas, quedando atrás algunos de los suyos, ellos enseñaron, dejaron parte de sus conocimientos, sabiendo que descendemos en parte de esa raza fuerte, de tez clara y pelo rubio, el afán de aventura y el gusto por los oficios con relación a la mar.

Muestra con realidad los atracaderos y varaderos de barcas que pudieron ser balleneras también, eran de pequeña dimensión, arrastradas por las grandes chalupas, una vez cerca de la presa, por medio de arpones, conseguían ensartar a las ballenas que descansaban a flote, divisadas en oteros naturales o torres vigías. Corrían un riesgo manifiesto, pues el animal al sentirse herido, se revolvía y trataba de huir, hundiéndose o se defendía, a ese efecto soltaban cuerda para cansar y conseguir el animal. Después lo traían en el barco a remolque hasta el puerto ó las playas para despiezarlo.

Basado en el lazareto de Abaño, siglo XIII, hoy semi derruido, con pinturas en la modalidad llamada al fresco, preciosas, dibuja el sello concejil.

Se ven navíos bajo el castillo del rey, amarrados, en unas ocasiones para guerrear y en otras para pescar; en la zona que correspondería entonces a la hoy iglesia mayor, nos hace apreciar los astilleros; otros cercanos al Puente de la Barquera o de la Fuente Nueva. La visita a la villa de Carlos V, que igualmente creí ver reflejado en las imágenes mirando los trabajos del puerto, desde el puente del Peral.

Muestra la delegación real con el Rey, parte de los festejos y recepciones, antes de su descanso.

Indica las reformas efectuadas en los buques para mejorar las entradas peligrosas al puerto, para surcar en tormentas con la mejor estabilidad, los efectos de tingladillos en las construcciones de embarcaciones, los timones que no faltan en estos diseños o en las maquetas, tanto los que gobiernan el rumbo bajo la nave, prolongados a cubierta para que el patrón gobernara, este denominado de “caña”, así como en la recreación del barco con el sello concejil, es otro tipo de timón exterior llamado de “espadilla” sabiendo además que los remeros de estas naves, colaboraban en la dirección o rumbo, ayudados por velamen, cordajes y mástiles; se ven popas con los escudos de Castilla…

Está la referencia por medio de un mural, a la participación de la conquista de Sevilla de la derrota de los invasores de entonces, en la que los barcos y marinos cántabros tuvieron gran importancia, por su arrojo y valentía, añadido además su empeño.

Hizo otro que recoge varias imágenes sobre las chalupas, el puerto, navegación y preparación para la flota de la Armada Invencible, de la que tan solo recordamos su trágico final y derrota, pero que fue una de las flotas más temidas y mejor pertrechadas. Se ve como refuerzan la proa con el “espolón”, para embestir o abordar a los barcos enemigos.

Hablaba en un pequeñísimo discurso presentación, del agradecimiento por exponer este trabajo, por la ayuda de su esposa, dijo que sin ella, este trabajo no se hubiera podido realizar, en todo momento con una sonrisa en sus labios. Personajes sencillos, trabajadores y entendidos sobre la historia, la mar y sobre todo interesado en los barcos. Ambos artistas, ambos naturales, ambos con los ojos brillantes y orgullosos del trabajo realizado con esfuerzo y tesón. Creo que como dijo el Alcalde, hemos de ser nosotros quienes agradezcamos esta recopilación de la historia de nuestra villa. Nos sumamos a ello todos los visitantes, ¡muy, muy agradecidos!

Pienso que es didáctico y entretenido para todas las edades, con la convicción de que por fin, conoceremos mejor nuestra larga y repleta historia, el interés por ella y la curiosidad que estos virtuosos creadores, plasmaron en esas imágenes y maquetas, dan pie a mover interés en ello.

Dice que le gusta la definición de artista, más que de artesano, pues cuando hace trabajos es instintivo, con detalles que sin salir de la realidad, suma originalidad, (algo habitual en todas las artes). Sus maquetas están confeccionadas al 100% por él. Con una precisión tan importante como si de un astillero real se tratase, perfeccionista casi enfermizo. Cuanto más grande es el barco, más detalles añade, más espacios por llenar, como porejemplo las luces en los focos de a bordo, en la cabina que ilumina un minúsculo cuadro de la virgen de la Barquera, hoy día aún lo llevan las embarcaciones, (en total 18 luces LED mínimas), las puertas y ojos de buey con movilidad. Este trabajo le ocupó unos 6 meses, pesquero con 1,20 m. de largo, (Eslora), tiene entre manos otro que supera esta medida.

Ha creado otras embarcaciones pequeñísimas con una dimensión de 10 cms., igualmente trabajadas por completo a mano, ensamblando cada cuaderna, minuciosamente.

Lleva el 90% de su vida dedicado a este oficio, lo vio en su padre, su abuelo tallista en madera, del que tiene algunas herramientas antiguas y también desde su vivienda en el faro, con esa visión de la llegada y salida de los barcos de pesca, puedieron haber ejercido algo de influencia, pero además tenía gusto por todo ello; observador y trabajador, a pesar de esa inquietud por ver las obras terminadas, que a veces le causa desasosiego por finalizar rápido, sabiendo que ha de ser lento, dice que es frustrante el no acabar nunca de retocar, siempre sintiéndose insatisfecho, siempre se puede mejorar.

Para relajarse toca la batería ensayando a la vez, pues pertenece a un conjunto musical, “Polizones” y tienen en mente la reunión de todos los grupos que han existido y existen en San Vicente.

Su esposa, Esperanza, colaboró en recoger toda la documentación para llevarla a esas láminas, organizar, enmarcar, ordenar por períodos, minimizar los textos de los títulos de cada imagen, colocar la exposición… Noto el equilibrio entre ambos jóvenes, ella está interesada en la historia de San Vicente y colabora con su marido desde su matrimonio. Saben mucho, muchísimo…

No pueden vivir de esta ocupación, por tanto tienen otra forma de sustento.

Agradezco a la pareja esta forma de reclamar la curiosidad del espectador, facilita la comprensión y retira de nuestras mentes, la posible pesadez de los volúmenes de historia que a veces asustan.

Un autentico placer para los sentidos, un empuje a la imaginación, un entretenido momento que se ha de ampliar en muchas visitas, perderse lo mínimo de esta manifestación artística, informativa, esmerada, estética y sobre todo didáctica.


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
16 de abril de 2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aumentando la fotografía, (página,zoom o ctrl+),se puede observar muchos de los detalles, oficios y personajes.

Flor dijo...

Volver al pasado,añoranzas, recuerdos,paciencia, teson,Artistas con mayusculas,y las palabras nos narran esta maravillosa muestra,te incluyo en esa definición,tu tambien lo eres debes creertelo,besitos