sábado, 24 de abril de 2010

A PESAR DE LOS MIEDOS AL FRACASO

A pesar de los miedos al fracaso
acabó la lectura de la tarde,
y una brisa muy fresca y generosa
alivió nuestros cuerpos con su aire.

Atrás quedan los nervios contenidos
y los labios temblando por las frases,
en las bellas palabras tan rebeldes
rescatadas por ojos singulares.

Pasará mucho tiempo, hasta que olvide,
el momento preciso y el instante,
en que fuimos subiendo a la tribuna
y al atril que esperaba su mensaje.

Las cuartillas posamos en su seno
y apartamos los miedos un instante,
fue el momento quizás de nuestra dicha
de decir y contar lo que nos sale.

Porque al fin, los relatos y los versos,
son también, de nosotros, una parte,
una fibra sensible que dejamos
y el suspiro del alma que nos nace.

Uno a uno leemos los poemas
con la voz dulcemente vacilante,
y al final recibimos el aplauso,
la sonrisa y el gesto que nos hacen.

Nuestros pechos se sienten conmovidos,
y unas perlas, allende de los mares,
se perfilan también en las pupilas
y también nos reclaman esa parte.

Esa parte de elogio y de caricias,
que nos dan compañeros expectantes,
y con ellos nos llegan sus palabras
aplaudiendo este acto sin ambages.

Una hora ha durado la lectura,
y pudimos seguir un rato grande,
pero no, no quisimos aburrirles
prefiriendo que vuelvan otra tarde.

Al final hubo besos y sonrisas,
y guardamos recuerdos y saudades,
de esta hora pasada en la lectura
de este rato tan lindo y agradable.

Rafael Sánchez Ortega ©
24/04/10

3 comentarios:

Flor dijo...

Nadie mejor que tu para contar esa hora de lectura,si, sentimos todo lo que dices y mas,el premio ver esa sonrisa en tu cara de satisfaccion,gracias por hacer que nuestros sueño, se hayan convertido en realidad,besitos.

AYER SUCEDIO UNA COSA
HUBO MAGIA Y ARMONIA
CON PALABRAS RECITAMOS
NUESTROS SUEÑOS Y ALEGRIAS

Nieves dijo...

Buenos días a todos/as:

El día 23 de abril de 2010, Día del Libro, quedará en mi recuerdo como el día de las emociones y el cariño.

Reiterar las gracias por el momento que viví, como pudistéis observar me rompí, no es habitual en mi, pero desde el momento que Flor puso en mis manos el regalo y vi la rama de limonero y y lo que me habíais escrito, que no pude leer en ese momento, supe que no era un regalo cualquiera, que era muy especial ¡Vaya si lo era!

Imaginación no os falta, y si, si habéis logrado sorprenderme gratamente y con cada uno de los detalles.

Ante todo quiero destacar vuestras caras que mostraban tanto cariño y agradecimiento que me sentí tan querida por todos y fue un momento tan feliz e inolvidable para mi.

Muchas gracias y contad conmigo para lo que sea.

Con cariño,
Nieves

Anónimo dijo...

Mis sinceras felicitaciones a todo el grupo,, emociona leerles,un abrazo
.

V