EL SUEÑO
Dormía rodeada entre sus brazos y llena de la felicidad que tanto ansiaba. Afuera, en la noche, brillaban la luna y las estrellas, los árboles miraban, suspiraban las rosas, los ángeles velaban y "El Sueño" la acunaba.
"Una, dos tres..." Empezó a contar las olas muy lleno de esperanza... Pero de eso hacía mucho tiempo. Ahora, años después, seguía contando ya sin esperanzas. Quizás por eso, tomó la tabla y se dijo "ya es hora de que vaya hacia las olas y no espere". Y se metió en el mar.
"Rosa blanca, rosa blanca", susurraba el ruiseñor; era el eco en el oído, que volvía con amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/12/09



1 comentario:
genial !
saludos..
en bueno innovar y ver que las letras nos pueden ofreer mil maneras de manifestarnos. abrazos
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