Es una de las frutas que como con más ganas y que menos me cansa, pero sobre todo masticándola, es deliciosa, agradable, dependiendo de su raza cada una tiene sabores y texturas diferentes.
La naturaleza es sabia, nos da esta fruta cuando el sol baja de cantidad en los días cortos otoñales e invernales. Su ingesta favorece que la vitamina C, recoja el hierro necesario para mantenernos fuertes y activos. Se mantiene comestible hasta los primeros días de abril o mayo, aunque las más corrientes son las de zumo, igualmente valen para la mesa.
En esa época aparecen poco a poco otro tipo de frutas y además el sol, tiene más horas en la casi primavera, con lo que ayuda a mantener esos minerales necesarios para la fortaleza física.
Hasta entonces nos deleitan estos cítricos de color vivo, antes que ésta llegan las mandarinas y las clementinas, algunas granadas. Se mantiene el tomate y la zanahoria y algunas verduras y hortalizas de color verde, conteniendo igualmente estos minerales y vitaminas necesarios.
Es un postre con mil maneras de preparación, en macedonia de frutas, con chocolate caliente encima de pequeños trozos de sus gajos, en zumos, batidos naturales y frescos, en tartas, confitada, bizcochos, flan de naranja, pudín, buñuelos, con té helado, en licor, etc.
Se recoge en nuestro país en la zona de valencia en su mayor parte, se dice que fue un sacerdote llamado Monzó, su amigo el boticario Bodí y el escribano Masseres los que llevaron la primera plantación de naranjos, en el año 1.781, se utilizaron para delimitar terrenos y como algo decorativo. Pero este experimento tuvo éxito y se extendió el cultivo por toda la zona valenciana.
Los tipos de naranja son: Navel, Wasintong, Thompson Navel, Navelate, estas son muy resistentes y duran hasta mayo. Hay otro tipo llamadas blancas, entra la Salustiana, Verna y Valencia Late. Luego están las de origen italiana, la Sanguina, valorada por color y sabor que se utilizan en postres y ensaladas, mi abuela decía que se llamaban “sangre de toro”.
Es un producto que se puede degustar a través de pedidos directos a los cultivadores rápidamente. Aseguro que es un autentico deleite, tienen un sabor sin tratamiento en neveras y sin el golpeo lógico de los transportes.
Es una de mis frutas preferidas con las cerezas, las ciruelas japonesas y la manzana de la verruga. Es más si tengo la oportunidad de probar productos que la lleven, siempre puedo apreciar en mi boca los elementos que tiene la naranja valenciana.
Cuando acabamos con las reservas de esta fruta y por la demanda del público se importa de otros países, sin despreciar su procedencia, se nota la diferencia y es inevitable la comparación con las propias.
Por la zona del norte se ven pocos árboles de cítricos, aunque en Novales, tan sólo a escasos 20 minutos desde aquí, se da el microclima necesario para esta producción, llano, tierras ricas en minerales y suelta. Este limón, con cantidad de zumo, que al paso de los días de recogido o guardado se endulza. He visto en ese bonito pueblo algunos naranjos también, están injertados con limoneros y producen frutos agrios para diversas utilidades.
Es impresionante ver los árboles llenos de flores de azahar, con ese olor característico, trabajan además otros cultivos tipo mediterráneo, kakis, aguacates, nísperos, kiwis, ciruelas. Algunos son sorprendentes y poco comunes, el cacahuete, tamarindo, chirimoya, capullises, ni que decir tiene que recogen también frutos secos y frescos autóctonos.
Conste que los romanos ya conocían los frutos de Novales, los llevaban cuando venían a cargar los minerales; se exportaron en tiempos al norte de Europa, en transporte marítimos y por medio de trueque (s. XVI y XVII), los balleneros llevaban limones de aquí para evitar el escorbuto en sus largas travesías.
Su tierra está llena de componentes minerales, sobre todo hierro, es suelta y se filtra bien el agua. Está regada por arroyos, el de la Presa por donde transcurre la ruta de los patos, cantidad de ellos se encuentran en ese agradable recorrido. La Fuente de la Acebosa (Es curioso, se llama como mi pueblo natal) y es también el nombre de uno de sus 20 barrios, el lavadero, el puente, el molino con un escudo curioso, muchos otros componentes antiguos. El Parque de “Los Pelambres”, que hace indicación a los “pozos de piedra”, donde se mataba con sal el bello del cuero y luego se “pelaba”, monumento al Curtidor que fue donado por el último zapatero de la pedanía…
Por cierto fue durante dos siglos tierra de zapateros como medio de vida, casi cada casa tenía un taller en la portalada donde se hacían a mano, allá por el siglo XVIII. El primer artesano en estos menesteres registrado data del año 1.414, también tuvieron fábrica de curtidos para la obtención de cueros. Hubo tiempos en que se suministró calzado (Botas) para el ejército español y para los 3.000 seminaristas de la Universidad Pontificia de Comillas.
Se puede admirar algo de lo que fue su historia por algunas antiguas construcciones. Posee la iglesia de Sta. María de la Asunción, del siglo XVI, una estructura interior gótica y original, retablos imponentes y esculturas de los apóstoles, que la confieren como única en Cantabria. Aún conserva el antigua campanario en la roca de la anterior capilla de Sta. María, sobre la que se construyó. En su alta espadaña de hierro forjado, sorprendente, preciosa, donde la campana voltearía libre de obstáculos, se puede ver desde cualquier punto de esta completa población, en cualquier posición o lugar es magnifica, los detalles externos son claros.
Las ermitas de S. Bartolomé, s. XVI anexa al cementerio en piedra de sillería con un arco inmenso, la de S. Millán en las afueras bajo el monte Cildad. Una casa torre de los Isla del s. XVII, con los escudos de sus armas y otros muchos que rodean la edificación, de los enlaces matrimoniales posteriores, otras casonas solariegas importantes y el asilo de S. José construido en 1.902.
Quizás esté equivocada con mis recuerdos, creo que fue la Iglesia de S. Martín, con dos torres y apariencia de basílica, estaba cercana a Novales y creo pertenece a Cigüenza, parece que pueda ser monumento importante de estilo barroco increíble y preciosa.
Hay en esa zona varias cuevas con patrimonio arqueológico, con restos de nuestros ancestros prehistóricos. Hace unos 6 años que visité este lugar en agosto, en una de sus fiestas los Mártires, le recorrimos en un trenecito que nos trasladaba por el entorno, pero hoy con la ayuda inestimable de M. José González, desde el ayuntamiento de Alfoz, satisfice mi curiosidad y además puedo trasladar estos datos.
Es capital del ayuntamiento, está a 55 metros sobre el nivel del mar, tiene más, menos 460 habitantes, fue premiado como pueblo de Cantabria en el 2005, su gentilicio en novalenses. Existe su homónimo en Huesca que tiene otro gentilicio novalesinos.
Pues bien Jane y Uve, veréis que sin un claro motivo para escribir, se llega al conocimiento de lugares especiales, esta Cantabria es inagotable en sorpresas, que suerte he tenido de nacer en ella, un abrazo y os dejo una dirección donde podéis ver algunas fotos del lugar.
http://www.alfozdelloredo.net/index.php?option=com_expose&Itemid=26
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte.de la Barquera
20 de noviembre de 2009
La naturaleza es sabia, nos da esta fruta cuando el sol baja de cantidad en los días cortos otoñales e invernales. Su ingesta favorece que la vitamina C, recoja el hierro necesario para mantenernos fuertes y activos. Se mantiene comestible hasta los primeros días de abril o mayo, aunque las más corrientes son las de zumo, igualmente valen para la mesa.
En esa época aparecen poco a poco otro tipo de frutas y además el sol, tiene más horas en la casi primavera, con lo que ayuda a mantener esos minerales necesarios para la fortaleza física.
Hasta entonces nos deleitan estos cítricos de color vivo, antes que ésta llegan las mandarinas y las clementinas, algunas granadas. Se mantiene el tomate y la zanahoria y algunas verduras y hortalizas de color verde, conteniendo igualmente estos minerales y vitaminas necesarios.
Es un postre con mil maneras de preparación, en macedonia de frutas, con chocolate caliente encima de pequeños trozos de sus gajos, en zumos, batidos naturales y frescos, en tartas, confitada, bizcochos, flan de naranja, pudín, buñuelos, con té helado, en licor, etc.
Se recoge en nuestro país en la zona de valencia en su mayor parte, se dice que fue un sacerdote llamado Monzó, su amigo el boticario Bodí y el escribano Masseres los que llevaron la primera plantación de naranjos, en el año 1.781, se utilizaron para delimitar terrenos y como algo decorativo. Pero este experimento tuvo éxito y se extendió el cultivo por toda la zona valenciana.
Los tipos de naranja son: Navel, Wasintong, Thompson Navel, Navelate, estas son muy resistentes y duran hasta mayo. Hay otro tipo llamadas blancas, entra la Salustiana, Verna y Valencia Late. Luego están las de origen italiana, la Sanguina, valorada por color y sabor que se utilizan en postres y ensaladas, mi abuela decía que se llamaban “sangre de toro”.
Es un producto que se puede degustar a través de pedidos directos a los cultivadores rápidamente. Aseguro que es un autentico deleite, tienen un sabor sin tratamiento en neveras y sin el golpeo lógico de los transportes.
Es una de mis frutas preferidas con las cerezas, las ciruelas japonesas y la manzana de la verruga. Es más si tengo la oportunidad de probar productos que la lleven, siempre puedo apreciar en mi boca los elementos que tiene la naranja valenciana.
Cuando acabamos con las reservas de esta fruta y por la demanda del público se importa de otros países, sin despreciar su procedencia, se nota la diferencia y es inevitable la comparación con las propias.
Por la zona del norte se ven pocos árboles de cítricos, aunque en Novales, tan sólo a escasos 20 minutos desde aquí, se da el microclima necesario para esta producción, llano, tierras ricas en minerales y suelta. Este limón, con cantidad de zumo, que al paso de los días de recogido o guardado se endulza. He visto en ese bonito pueblo algunos naranjos también, están injertados con limoneros y producen frutos agrios para diversas utilidades.
Es impresionante ver los árboles llenos de flores de azahar, con ese olor característico, trabajan además otros cultivos tipo mediterráneo, kakis, aguacates, nísperos, kiwis, ciruelas. Algunos son sorprendentes y poco comunes, el cacahuete, tamarindo, chirimoya, capullises, ni que decir tiene que recogen también frutos secos y frescos autóctonos.
Conste que los romanos ya conocían los frutos de Novales, los llevaban cuando venían a cargar los minerales; se exportaron en tiempos al norte de Europa, en transporte marítimos y por medio de trueque (s. XVI y XVII), los balleneros llevaban limones de aquí para evitar el escorbuto en sus largas travesías.
Su tierra está llena de componentes minerales, sobre todo hierro, es suelta y se filtra bien el agua. Está regada por arroyos, el de la Presa por donde transcurre la ruta de los patos, cantidad de ellos se encuentran en ese agradable recorrido. La Fuente de la Acebosa (Es curioso, se llama como mi pueblo natal) y es también el nombre de uno de sus 20 barrios, el lavadero, el puente, el molino con un escudo curioso, muchos otros componentes antiguos. El Parque de “Los Pelambres”, que hace indicación a los “pozos de piedra”, donde se mataba con sal el bello del cuero y luego se “pelaba”, monumento al Curtidor que fue donado por el último zapatero de la pedanía…
Por cierto fue durante dos siglos tierra de zapateros como medio de vida, casi cada casa tenía un taller en la portalada donde se hacían a mano, allá por el siglo XVIII. El primer artesano en estos menesteres registrado data del año 1.414, también tuvieron fábrica de curtidos para la obtención de cueros. Hubo tiempos en que se suministró calzado (Botas) para el ejército español y para los 3.000 seminaristas de la Universidad Pontificia de Comillas.
Se puede admirar algo de lo que fue su historia por algunas antiguas construcciones. Posee la iglesia de Sta. María de la Asunción, del siglo XVI, una estructura interior gótica y original, retablos imponentes y esculturas de los apóstoles, que la confieren como única en Cantabria. Aún conserva el antigua campanario en la roca de la anterior capilla de Sta. María, sobre la que se construyó. En su alta espadaña de hierro forjado, sorprendente, preciosa, donde la campana voltearía libre de obstáculos, se puede ver desde cualquier punto de esta completa población, en cualquier posición o lugar es magnifica, los detalles externos son claros.
Las ermitas de S. Bartolomé, s. XVI anexa al cementerio en piedra de sillería con un arco inmenso, la de S. Millán en las afueras bajo el monte Cildad. Una casa torre de los Isla del s. XVII, con los escudos de sus armas y otros muchos que rodean la edificación, de los enlaces matrimoniales posteriores, otras casonas solariegas importantes y el asilo de S. José construido en 1.902.
Quizás esté equivocada con mis recuerdos, creo que fue la Iglesia de S. Martín, con dos torres y apariencia de basílica, estaba cercana a Novales y creo pertenece a Cigüenza, parece que pueda ser monumento importante de estilo barroco increíble y preciosa.
Hay en esa zona varias cuevas con patrimonio arqueológico, con restos de nuestros ancestros prehistóricos. Hace unos 6 años que visité este lugar en agosto, en una de sus fiestas los Mártires, le recorrimos en un trenecito que nos trasladaba por el entorno, pero hoy con la ayuda inestimable de M. José González, desde el ayuntamiento de Alfoz, satisfice mi curiosidad y además puedo trasladar estos datos.
Es capital del ayuntamiento, está a 55 metros sobre el nivel del mar, tiene más, menos 460 habitantes, fue premiado como pueblo de Cantabria en el 2005, su gentilicio en novalenses. Existe su homónimo en Huesca que tiene otro gentilicio novalesinos.
Pues bien Jane y Uve, veréis que sin un claro motivo para escribir, se llega al conocimiento de lugares especiales, esta Cantabria es inagotable en sorpresas, que suerte he tenido de nacer en ella, un abrazo y os dejo una dirección donde podéis ver algunas fotos del lugar.
http://www.alfozdelloredo.net/index.php?option=com_expose&Itemid=26
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte.de la Barquera
20 de noviembre de 2009
1 comentario:
Me han emocionado y encantado estos retazos de Historia de mi pueblo.
Te diré que Novales, se llamaba Nuevo Valle, despues Novallo hasta llegar al nombre actual.
Muchas gracias.
Nieves
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