sábado, 15 de agosto de 2009

UNA JOYA PARA SAN VICENTE

El Faro, por favor, llégate a él. Jamás has visto semejante ventana abierta al mar Cantábrico. Es una inmensa panorámica en “cinemascope y tecnicolor” donde parece entremezclarse la naturaleza y la fantasía de una proyección cinematográfica. Es nuestra mirada al mar desde un lugar de ensueño. Es querer alcanzar con la mano los confines del mundo junto con los principios del cielo, que así parece divisarse allá, en lontananza, este mundo nuestro.

Quien sabe si me he pasado un pelín al describiros las vistas que el Faro nos proporciona; pero os juro que las palabras escritas no fueron pensadas. Llegaron a borbotones a las yemas de mis dedos y no tuve más que acariciar las teclas del ordenador. Fueron las musas que dormitan escondidas entre las lastras que desde la Punta de la Silla bajan al mar, quienes las susurraron en mis oídos. Me dijeron cosas tan lindas…

Es un lugar para soñar. Imagino los amaneceres de los días plácidos con mar bella, las olas tenues, apenas dejándose notar, y acariciando con dulzura, como queriendo no despertarlos, a los granos dorados de la playa inmensa. Imagino también los atardeceres de mar embravecida embistiendo sin piedad la barra bajo nubarrones negros y monstruosos que vomitan rayos y centellas, queriéndose engullir y borrar del universo las moles pétreas que forman el malecón. ¡Que espectáculos ha de proporcionarnos el Faro!

Le tenemos ahí desde 1871, pero no ha sido hasta ahora, cuando la ciencia y la electrónica han venido a sustituir en tantísimos lugares la mano del hombre, cuando las gentes que nos gobiernan decidieron darle una utilidad pública al mismo tiempo que sigue emitiendo los destellos nocturnos que guían a los hombres del mar.

Si oteando el norte la vista se nos pierde en un horizonte sin fin, a nuestra derecha los planos son mucho más cortos, pero no por ello menos hermosos: El malecón y el muro de la playa determinan el lugar por donde han de entrar y salir los barcos. Después una franja de oro molido que se alarga hasta la punta de Cabo Oyambre nos indica que la playa parece no tener fin, y de fondo la bucólica estampa de las praderías de Jerra salpicadas de casas blancas y sembradas de vacas pintas.

De quienes lo hicieron posible, y a quienes hay que dedicar los aplausos ya se ocupan los cronistas locales. Yo comento mis impresiones; mis primeras impresiones porque a la obra externa aún le falta mucho.

El interior es un espacio abierto, sencillo y acertado que presenta una exposición que a mi me pareció pobre de elementos. Además, ¿por qué el exponente tuvo que ser de fuera cuando a todos nos consta que en San Vicente hay estupendos maquetistas? Quiero pensar por ejemplo, que José Ramón Lengomín no tenía obra suficiente, en cuanto a cantidad se refiere. Si es así, ¿por qué no hacer una colectiva con más artistas y artesanos del pueblo? Cierto que estoy divagando, y cierto que habrá sobradas razones para hacerse como se hizo. Yo digo lo que digo solo a tenor de lo que vi, de lo que pensé y de lo que sentí. Todo antes de pensar que una vez más estaba predestinado que nadie fuera profeta en su tierra... ¡Pero hubiera sido tan bonito...!

El exterior, esa es otra etapa. Hay allí lo que supongo son dos pinos marinos, al menos son dos coníferas, que a juzgar por las cicatrices que muestran han aguantado desde tiempos inmemorables todos los vendavales del mundo, y esperamos sigan aguantando muchos más.

Seguro que harán un parque precioso. Imagino paseos cubiertos de glicinias moradas y en los rincones umbríos exuberantes hortensias rosas y azules. Perfumadas madreselvas colgando hacia el mar, y en los atardeceres tibios, cuando el sol durmiente tiña de oro el paisaje, parejas de enamorados ignorando la belleza del balanceo de las olas a sus pies y la otra, de las gaviotas, sobre sus cabezas, porque todo el tiempo es poco para gozar las caricias y susurros de una tarde en El Faro.

Jesús González González ©
Agosto 2009

2 comentarios:

FLOR dijo...

JESÚS ME HAS EMBARGADO DE MELANCOLIA AL DESCRIBRIR LAS BELLAS VISTAS QUE SE CONTEMPLAN DESDE EL FARO,IRE A VERLE NO LO DUDES Y LLEVARE MI LIBRETA Y MI LAPIZ A VER SI SOY CAPAZ DE ESCRIBIR ALGO TAN BELLO COMO LO QUE TU HAS ESCRITO,BESITOS.

Anonymous dijo...

Letras que traen el reflejo de tu arte Jesús..
ABrazos.

V.