miércoles, 26 de agosto de 2009

BIENVENIDA A SILVIA

Hola de nuevo Uve, deseo tengas tanta buenas nuevas como yo estoy teniendo, en este verano atípico de tiempo. También ha sido diferente personalmente, pero en todo es especial y cuando finaliza, recupero a más personas que son agradables y cariñosas para mí. Qué suerte tengo, con los que tengo aquí y además otros vienen a sumarse de otros lugres.

Me alegra lo indecible que regrese al “pueblucu”. Intentaré preparar los productos que tanto la gustan, que ella sabe son de cultivo natural. Creo que podré hacerme a lo que ahora está dando la tierra en abundancia; patatas, calabacínes, tomates, cebollas y ajos, eso ya seguro. Trataré de localizar algunas berenjenas, repollos y algúnos pimientos verdes y carnosos, que con ese olor que producen, casi es innecesario degustarles.

Los huevos están más escondidos pero alguno localizaré, es posible que alguien de mis familiares me quiera vender, aunque solo sea media docena, será como el homenaje que necesitarás para recuperar la temperatura ideal.

Quisiera que fueran a pescar, le añadiríamos proteínas con escamas y súper fresco al potaje de bienvenida. A ese cocido de calor y cariño, le añadiré un abrazo con el que moveré esas viandas pobres pero de la tierra. Una vez libres de ataduras familiares, daremos rienda suelta para proceder al intento de visitar todo lo que tenemos pendiente. Buscaremos información de gentes de esos lugares o incluso añadir los datos de seres versados en estas informaciones, que estén ya publicadas.

Quizás encontremos ya planeadas o por simple casualidad algunas historia y construcciones curiosas y si es posible, con alguna edad o siglo en sus piedras. Tampoco importará que sean vistas o entornos naturales, ideales para dejar atrás tiempos áridos y calurosos.

Lo mismito que el pote que me define a mi también, “probe” y de la tierra jejeje, intentaré moverme con esta pierna, que a pesar de tener la misma edad de la otra, a mi me parece que en lugar de hermanas parecen primas.

Desde luego son parientes pero con edades y habilidades diferentes, algo se van acercando en este recorrido de curación, pero cuesta tiempo...

De veras que estoy encantada con ese regreso de amiga derretida de los madriles, mi sonrisa desde ayer me lo recuerda. Para rizar el rizo de las buenas nuevas, esta mañana he descubierto que otra de mis personas preferidas se reincorpora a la vida de la villa. Es una sensación grata aumentar el entorno de la buena gente, es algo que aún creciendo en número de estas grandes personas, parece que poco importa que aumente el número y tampoco importaría que me definiesen como egoísta por ello. Esta mañana todo me parecía hermoso o bueno, o sea mucho más que otras jornadas. El día mejoraba pero sin caldearse demasiado, el aire olía a mar, mi dolor a pesar de haber hecho ciertos esfuerzos físicos, estaba sin aparecer, los colores en general, tenían tintes pastel, la circulación que en otros días y en esas horas era una locura, aparecía ahora con cierta fluidez.

Era como si una luz se instalara dentro de mí, me ayudaba a mantenerme erguida, hasta los niños estaban en sus juegos, pero tranquilos. En un momento dado, pensé que todo ello pertenecía a un cuadro de grandes dimensiones. Los autores serían al unísono Degás, Dalí, Sorolla, y Canaletto.

El primero que fue un expresionista de soslayo, tomando de su pintura titulada "Bailarina con ramo de flores en escena", viendo una parte de él en el que se difumina el fondo de una escena de un arenal, tenía pareja en este momento, con la desaparición de ese nublado que estaba agarrado a la zona de la playa Merón, que es la más grande , todo esto visto desde el alto de Gerra.

Dalí mi surrealista o hiperrealista preferido, con esa imaginación que dejóplasmada en muchos de sus pinturas, pero esta vez me recordó a la "Muchacha en la ventana". Esta mujer nos daba la espalda, pero en el paisaje de la ventana del azul del cielo y mar, tenía parangón con los colores que iban formándose a medida que el tiempo se aclaraba de sus nublados.

Las gentes que rápidamente se iban adentrando en las playas, recordaban a los caracoles que con igual prontitud se avienen a salir de sus escondrijos, cuando la lluvia se retira y la humedad se instala. Pero no, podrían pertenecer seguro a esas marinas del pintor valenciano. Quizás podría imaginar el oleo titulado "Verano", en él se ven a familias vestidas, algo normal en la época, pero que hoy coincidía con las gentes que estaban tan prontas en la playa y tomaban precauciones porque aún la mañana estaba fresca.

Y por último el realismo de ese simpar veneciano del siglo XVIII, excesivo en el detalle casi fotográfico, se le denominó veautista o pintor de vistas ciudadanas. Es magnífico como consigue hasta el último detalle de cualquiera de sus lienzos, tanto reales como con algunos detalles imaginados. Pues bien, esa vista que tenía frente a mí de San Vicente, de cara a la playona. Estaba llenándose la ría con la marea, el sol enmarcando todos los edificios del pueblo a la vista. De este modo y manera se apreciaban todos los detalles, incluso de las personas que en alguno de los ventanales, se asomaban al sol.

Todas las casas, vidrios, árboles, palmeras, en ese momento enseñaban sus perfiles alumbrados por el astro rey, con reflejos en diferentes tonalidades, que a pesar de faltar el arco iris, estos daban los matices irisados del mismo.

El castillo enseñaba su torre con claridad, casi que daba la sensación de coronarse en aquel sitio por ella sola, parecía no necesitar el resto de la fortaleza para elevarse. Cualquiera de sus espléndidas obras, se podía comparRa a la imagen del pueblo en ese momento, puede ser la más cercana una con titulo muy largo y que reduciré, empieza con: "El Gran Canal entre el palacio Bembo y...", creo que es ese el color que yo admiré.

Mientras tomaba el camino de regreso, al pasar por delante de la estación de autobuses, observé a esos "musiqueros" que nos acompañan todo el verano a golpe de acordeón, pandereta y guitarra. Estaban preparándose para desplazarse por todas las terrazas de los negocios hosteleros. Su forma de trabajo que en algunas ocasiones agrada a los comensales terrazas y es posible que incluso puedan hasta molestar. Me he preguntado alguna vez, si les dan el donativo por que les gusta su música o simplemente para quitárselos de en medio.

Pero mi día se llenaba todavía mucho más. Estaban caminando tras de mí, mientras uno de ellos, el guitarrista, iba improvisando sonidos conocidos, pero que no les había oído en sus representaciones populares. ¡Que más se puede pedir, por Dios! La guitarra es uno de los instrumentos que considero dócil y transportador de emociones. Primero, porque se pueden sacar de sus cuerdas, las músicas que el intérprete esté capacitado y segundo que el guitarrista ha de entregarse por completo y eso se ve en la interpretación...

Y yo caminaba delante de música en directo, de nada más y nada menos de una interpretación de ese elemento musical de cuerda y sólo para mí. Todo lo largo que es el Parque de las palmeras, estuve acompañada de ese personaje.

Si él supiera hasta que punto aumentó mi felicidad, seguro me hubiera pedido mucho a cambio, quizás yo consideraría el precio, es posible que mereciera la pena.

De veras que estoy encantada con ese regreso de amiga derretida de los madriles, mi sonrisa desde ayer me lo recuerda. Nos veremos en nada, a pesar de que me dilatarán los ojos, pero con gafas de sol lo remediaré. Ojalá me llame lo más rápido que pueda a su llegada. Hasta entonces.

Hasta una próxima vez uve, en algunas ocasiones también dirigiré mis escritos a mi amiga Jane. Igual que tú, ella se interesa de vez en cuando de mis escritos. Abrazos de luz. Lines

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
En San Vicente de la Barquera

Verano de 2009

2 comentarios:

FLOR dijo...

Veo que tu verano ha sido maravilloso y nos has echo sentirlo tan cerca como si lo hubieramos vivido a tu lado ,me alegro mucho que hayas sido tan feliz,disfrutando de esas pequñas cosas que nos regala la vida,besitos.Flor

Anonymous dijo...

Angeeles

Sea Bienvenida Silvia en tus letras, y en tu vida,
seguramente ambas compartereis momentos inolvidables.
Tambien dejo abrazos llenos de cariño para tí

V.