sábado, 15 de marzo de 2014

NADA





            Te lo juro. Bueno, o no te lo juro, porque si tengo  que jurar para que me crean, es como admitir que soy un mentiroso; y te juro por lo  más sagrado que yo no lo soy. Al menos no soy un mentiroso habitual. Y mucho menos compulsivo. Hombre,  puede ser que de vez en cuando…  De vez en cuando a todo el mundo se le escapa alguna, sobre todo para defenderme de inoportunidades, o como respuesta apropiada a preguntas necias de esas que no deben  formularnos los demás.

            Si, los demás. Porque si somos tú o yo quienes interrogamos, está clarísimo que no pueden ser necias las preguntas. Y no siendo necias, si nos responden con una mentira, pudiera estarnos bien empleado por  habernos dirigido a semejantes cabrones,  habiendo gente honesta y comprensible que nos respondiera  con sonriente verdad…

            Pero, ¿qué te estaba yo diciendo?  Ah, eso: Que acabo de venir de Mallorca, ¿Te enteraste que estuve en Mallorca? Pues lo cacareé bien cacareado, y si no, léelo en Susurros Barquereños, que no sé para que se mata Rafael colgando escritos, si luego no le hacéis ni puñetero caso. Pues verás, sigamos.  Te juraba, o mejor dicho te iba a jurar, porque ya no te lo juro, que me senté a escribir algo que no fuera de Mallorca, y que al mismo tiempo pudiera merecerte la pena leer, y por más que lo intento, no encuentro tema. Así que decidí hablarte de NADA.

            Pero, ¿se puede decir algo de nada? Este es un tema que se le escapó a Foncho. Nos hubiera hecho puré la masa encefálica, si se le ocurre ponérnoslo como Tema Obligado del Taller.
              
           Mira, amigo, de repente choqué con  un muro. No sé como seguir, y mucho menos por donde salir del atolladero. La masa encefálica no se hizo  puré, sino  pura gelatina. No sé si me atrofiaron los aires del Mediterráneo, o fue al regreso con los del Cantábrico, el caso es que nada, de nada. No hay forma de escribir sobre la  nada.

            Nada es como decir que no hay nadie, pero elevado a la carencia absoluta de todo ser. Nadie, es que no hay ninguna persona; pero nada, es que no hay nada: ni personas, ni animales ni, cosas…Ni “ná de ná”. Ello te lleva a pensar que la nada no existe, puesto que siempre hay algo. Pudiera ser que… ¡Pero tampoco! Antes de la creación… Dicen que Dios creó el mundo de la nada… Pero no señor, si Dios estaba allí, algo había…. ¿o no?

            Mira,  creo que  lo mejor es dejarlo porque estoy viendo que a este paso, la gelatina se me va licuar, si se licua, es fácil que se evapore. Si se evapora y me quedo sin cerebro, es fácil que me encierren,, y si me encierran, es fácil que me muera, y si me muero… Mira tú por donde, ¡llegué a la Nada!

              Jesús González ©

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesús,aún sin decir nada,eres tan bueno escribiendo que logras sacar una sonrisa con tus palabras.
Por otro lado me alegro que hayas escrito esto porque así me entenderás a mi,ese muro que del hablas es que tengo yo en mi mente y no me deja escribir.
¿Puedes ahora entender un poco mejor porque no escribo?
Estoy segura que a ti se te pasara enseguida y yo intentare como hago desde hace tiempo, a ver si lo consigo.
Y ya para terminar,ni se te ocurra morirte,pues sabes que nos harías,(con perdón)una gran putada,besitos.

Anónimo dijo...

Mira por donde, desde la nada, tengo a la vista a mis dos cariños, ¡viva la nada! por traerlos aquí.
Abrazos a los dos.
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