Te
lo juro. Bueno, o no te lo juro, porque si tengo que jurar para que me crean, es como admitir
que soy un mentiroso; y te juro por lo más sagrado que yo no lo soy. Al menos no soy
un mentiroso habitual. Y mucho menos compulsivo. Hombre, puede ser que de vez en cuando… De vez en cuando a todo el mundo se le escapa
alguna, sobre todo para defenderme de inoportunidades, o como respuesta
apropiada a preguntas necias de esas que no deben formularnos los demás.
Si,
los demás. Porque si somos tú o yo quienes interrogamos, está clarísimo que no
pueden ser necias las preguntas. Y no siendo necias, si nos responden con una
mentira, pudiera estarnos bien empleado por
habernos dirigido a semejantes cabrones,
habiendo gente honesta y comprensible que nos respondiera con sonriente verdad…
Pero,
¿qué te estaba yo diciendo? Ah, eso: Que
acabo de venir de Mallorca, ¿Te enteraste que estuve en Mallorca? Pues lo cacareé
bien cacareado, y si no, léelo en Susurros Barquereños, que no sé para que se
mata Rafael colgando escritos, si luego no le hacéis ni puñetero caso. Pues
verás, sigamos. Te juraba, o mejor dicho
te iba a jurar, porque ya no te lo juro, que me senté a escribir algo que no
fuera de Mallorca, y que al mismo tiempo pudiera merecerte la pena leer, y por más que
lo intento, no encuentro tema. Así que decidí hablarte de NADA.
Pero,
¿se puede decir algo de nada? Este es un tema que se le escapó a Foncho. Nos
hubiera hecho puré la masa encefálica, si se le ocurre ponérnoslo como Tema
Obligado del Taller.
Mira,
amigo, de repente choqué con un muro. No
sé como seguir, y mucho menos por donde salir del atolladero. La masa
encefálica no se hizo puré, sino pura gelatina. No sé si me atrofiaron los
aires del Mediterráneo, o fue al regreso con los del Cantábrico, el caso es que
nada, de nada. No hay forma de escribir sobre la nada.
Nada
es como decir que no hay nadie, pero elevado a la carencia absoluta de todo
ser. Nadie, es que no hay ninguna persona; pero nada, es que no hay nada: ni
personas, ni animales ni, cosas…Ni “ná de ná”. Ello te lleva a pensar que la
nada no existe, puesto que siempre hay algo. Pudiera ser que… ¡Pero tampoco!
Antes de la creación… Dicen que Dios creó el mundo de la nada… Pero no señor, si
Dios estaba allí, algo había…. ¿o no?
Mira, creo que
lo mejor es dejarlo porque estoy viendo que a este paso, la gelatina se
me va licuar, si se licua, es fácil que se evapore. Si se evapora y me quedo
sin cerebro, es fácil que me encierren,, y si me encierran, es fácil que me muera,
y si me muero… Mira tú por donde, ¡llegué a la Nada!
Jesús González ©
2 comentarios:
Jesús,aún sin decir nada,eres tan bueno escribiendo que logras sacar una sonrisa con tus palabras.
Por otro lado me alegro que hayas escrito esto porque así me entenderás a mi,ese muro que del hablas es que tengo yo en mi mente y no me deja escribir.
¿Puedes ahora entender un poco mejor porque no escribo?
Estoy segura que a ti se te pasara enseguida y yo intentare como hago desde hace tiempo, a ver si lo consigo.
Y ya para terminar,ni se te ocurra morirte,pues sabes que nos harías,(con perdón)una gran putada,besitos.
Mira por donde, desde la nada, tengo a la vista a mis dos cariños, ¡viva la nada! por traerlos aquí.
Abrazos a los dos.
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