viernes, 7 de marzo de 2014

ME LLAMARON ABUELO




            Y no eran mis nietos. Fue una señoruca de cara afilada y pelo teñido color barba de panoja y cortado a lo garçon, que coincidió conmigo al pie del ascensor.  “¿A qué piso va”? – Al segundo. – Pulsé el dos mientras comenté: “Yo voy al séptimo”. 

– ¡Ay, abuelo, qué arriba le subieron!

            Coño, lo dijo como si tuviera que subir andando.  _“La diferencia de ir al uno como la ir al otro, solo es pulsar un botón distinto”- Y se encogió de hombros como si no estuviera  muy conforme con mi respuesta. 

            Cuando se apeó recordé sus palabras y me hicieron gracia. Era la primera vez que una persona ajena a la familia me llamaba abuelo. Hace un montón de años que me lo dicen mis nietos. A mí jamás me llamaron “güelito”, ni “güeli” ni chorradas de esas. Tengo unos nietos de lo más responsables y respetuosos: Abuelo “P`acá, y abuelo pallá”, y se acabó. Me llaman tal como Dios manda.         

De los forasteros escuché decirme “persona mayor” a los que temen ofenderme, “señor de edad”  a los que ni fú ni fa“, de la “tercera edad” a los que no quieren que a ellos les cataloguen de viejos. “Viejo” a los verdaderamente sinceros, y “”anciano” a los amigos cabroncetes. 

Pero “abuelo” a secas, nada más que a esta zorra, que seguramente me lo dijo con el mayor de los cariños. (Lo de zorra no lo toméis muy en cuenta, solo lo escribo pensando en si “por un casual”, me lo dijo para joderme).

Y no es que por ello me sienta mal, ni mucho menos. Yo sé perfectamente que soy “persona mayor”, “señor de edad”, “de la tercera edad”, “viejo” y “anciano”, Y estoy contentísimo de ser todo ello junto, porque significa que no me quedé en la estacada. Y contento de contarlo porque  quiere decir que me sobra humor para ello. Ahora además, y gracias a la del pelo color panoja, sé que para la gente de la calle, también soy “abuelo”. Si el día que me lleven “pal otru barriu” me cuelgan todos estos títulos del ataúd, vamos a ver quién es el majo que carga conmigo…

Jesus González ©

2 comentarios:

Francis y Pedro dijo...

Jesús, nos reímos a gusto con tus crónicas mallorquinas. Celebramos que lo estés pasando tan bien y de tan buen humor.

Hasta pronto y es una suerte que nosotros no tengamos que llamarte ninguna de esas cosas sino simplemente "amigo".

Francis y Pedro

Anónimo dijo...

vaya, vaya, cada día se hace distinto por el mínimo detalle, por una sola palabra.
¡Genial, de todo haces aprendizaje!
Abrazo.
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