sábado, 25 de enero de 2014

SEÑOR CLADERA...





            Ni japonés, ni americano, y tampoco inglés. De modo que eso de que nos quieres un mogollón, lo vamos a tomar al estilo de pueblo cántabro, es decir,  “nos quieres una burrá”. (Tranquilo, que esto no acarrea compromiso alguno). 

             No sabes lo que me alegro de nos quieras  de  ese modo; pues así, de entrada, yo tuve mis dudas: Bien pertrechado, con gafas como de intelectual moderno, mirada un tanto inquisidora, y sobre todo, una sonrisa entre socarrona y pícara, me pusieron a la expectativa. No te digo nada cuando de refilón me enteré que habías trabajado por esos  mundos de Dios…  Y me dije:  “Aquí vamos a tener un enteradillo”.

            Pero, “por sus obras los conoceréis”, dijo alguien a no sé quien. Y te empecé a “conocer”, en  la primera tertulia que tuvimos en Onda Occidental donde Sara, la locutora,  te dio pie para poder  presumir de lo que te hubiera dado gana.  ¡Fíjate, que hasta me fastidió un poco que no lo hubieras hecho de tu estancia en Estados Unidos, que para muchos parece ser el Non Plus Ultra…!

            Luego vinieron tus estupendos escritos, y la incipiente convivencia del Taller de Escritura, y me dije: “¡Pues este José-Pedro, es todo un  tío!”. Y conste que lo pensé así entonces, no ahora después de leer tu declaración de amor a los componentes del  Club de Lectura  y del Taller de Escritura. Como consecuencia de ello me reprendí a mí mismo por esa jodida costumbre que tengo de hacer prejuicios, y  como penitencia me impuse esta confesión pública.

            Pedro, ven a mis brazos, y ¡Bienvenido a nuestro Pequeño Mundo de las Letras!  También nosotros te empezamos a querer, y  ojalá  sirva esto para incrementar el número de amigos entrañables…

           Jesús González ©

2 comentarios:

Pedro dijo...

¡Vaya, Jesús, me dejas sin palabras!
O casi: Un par de semanas después de conocer a Francis, me comentó que la primera impresión que le causé fue la de ser un "set ciencies", expresión que, en catalán, significa... ¡enteradillo!¡Y luego va y se casa conmigo!¡Ay, ay, ay...!
Un abrazo.
Pedro

Anónimo dijo...

¡Madre!!!!!, espero que vosotros no tengáis esa opción, me río a carcajadas, qué humor tenéis ambos, por Dios qué sí; sigo en sonrisa.
Bueno Jesús, genial el escrito.
Abrazo a ambos.
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