(Sexteto de sonatina)
Tocaba con las manos la luna y las estrellas
y oía entre murmullos mil besos de doncellas,
mas, era amor silente buscando en el recuerdo...
Vivía en sus mutismos pasados, ya finitos,
para, en un pacto de memoria, callar los gritos
y restañar el llanto en lo oscuro de aquel lecho.
Lloraba sabiendo a ciencia cierta de la nada,
de la fuerza y violenta en su cuerpo, y lacerada,
del alma que moría cada noche… Sus ojos,
con lutos cercados de tristeza y catecismos,
era el ocaso en esa condena de espejismos
que fuera aquel "amor" infringido por su esposo.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
9-VIII-2013
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