viernes, 26 de julio de 2013

NOCHE DESGARRADORA…





(Foto-composición de Celso David Chaves Cuervo).


La noche enluta las siluetas
y deja iluminada la esperanza redondeada, aunque gris,
que se duele sin desmayo
buscando enloquecer
ante una realidad imposible de soportar. 

La noche llora sin resignación,
llora con rabia,
llora con el vacío inmenso
e infinito
de las ausencias que también conocí… 

Luna y noche se duelen con el corazón preso,
envuelto en un puño,
rechazando la vida que se hace con la soledad
de una pena intransferible,
que permanecerá en cada anochecer
y en la vigilia de la ausencia. 

Al amanecer, el sol
y la luna en la noche,
curarán las negruras del alma,
cada día,
en cada lágrima disimulada bajo un diluvio permanente
del nublado que deshace el brillo de la vida,
y, que rendida,
imposibilita utilizar el paraguas de la fortaleza. 

El alma se vuelve gris
y es el piano ensordecedor de un adagio de sollozos,
hasta reconocer, por fin,
que nada se puede hacer,
que todo sigue,
que respiras
porque si mueres
nadie volverá, nadie…
Ni tú.

Siempre es una partida que llega demasiado pronto
donde la esperanza, inexistente,
golpea el alma para siempre.
Noche, Luna,
se amortiguará ese dolor desgarrador,
aunque los ausenten sean las siluetas incontables
a bordo de las estrellas
y que brillarán permanente
a nuestro lado.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
25-VII-2013

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