jueves, 25 de julio de 2013

ARREBOL




 
Arrebolan esos versos
que defienden como locos
un recuerdo de carmines
que de nuevo ha desnudado 
ese tiempo de memoria,
y se envuelve en aquel gesto del abrazo,
de las caricias sinuosas,
en la ardentía de unos labios entreabiertos
y juveniles…

Es la espera y desespera
de esperanzas
en los sueños de una vida aletargada
que renace en esa historia, aún pendiente,
y a remolque con las dudas
del recodo que impidió el encuentro en las miradas
ahondando en un vacío
que alargó la cruel distancia.

Fue el pasado, ya se sabe,
ese tiempo irrepetible del amor
elegido por los hados.
Mas,
el pretérito está yermo,
y sí, es verdad que hubo un Edén
pero hoy no está ese oasis,
ni tampoco la ambrosía deliciosa
de los besos de un amante,
que también ha envejecido.

Ese sueño es la meta y la quimera
que tropieza en el camino a realidades,
dando paso a un poema
de una historia revivida
que confunde la pasión con la ternura.  

El arrebol es el color de los recuerdos
y el combustible necesario
para hacer un largo viaje
hasta el pasado…
en un transporte de presente.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
25-VII-2013

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