ABRAZO DE SILENCIO

Es precioso ese SILENCIO
que dejaste en la ventana,
asombrado y esperando
los sonidos del mañana.
El silencio es el bolsillo
que atesora nuestras almas,
él nos habla de recuerdos,
y del presente, se jacta.

Todo volvió a ese silencio
de paseo por las brañas,
bajo el cielo iluminado
y las estrellas doradas
que cubrían unos besos
inflamados con las llamas,
de amores y lozanías
y de ternura en  la playa.

“El rompiente de las olas,
que ya ninguno escuchaba,
agitaba los silencios
de amores en la alborada”.

La mudez se hizo destino
en la mano rehusada;
sintió manar el deshielo
entre las orillas blancas,
que la nieve sigilosa,
con sus copos hizo gala
de toda aquella pureza
y el cariño de ese alma.

“Se calló por la vergüenza
y por miedo a que volara
en alas de una gaviota…
muriendo el beso de lava”.

El silencio era el ocaso
del verano por la playa
observando que las olas
pretendían abrazarla,
para llevarse a la luna
reflejándose en sus aguas,
para enamorar sirenas
que en el faro se asomaban.

Volvían todas las olas
en cada tarde y mañana
mas, nunca pudo llevarse
a esa luna codiciada,
y escaparon las sirenas
de cabos y de ensenadas
como aquellos amoríos
que recodé por la playa.

“…Los amores y el silencio
quedaron en las gargantas
y los versos de un romance
dejaron el mar en calma...”


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
1-V-2013