Acabo de conocer la Isla de Menorca y con
una suerte bárbara que hemos tenido todos los que hemos ido de S. Vte.de la
Barquera. Tuvimos unos días maravillosos de sol, solo se fastidió el último. Lo
digo a tenor del tiempo que tenemos ahora en toda España incluida esa parte,
que parece que estemos en invierno otra vez, rozando el mes de mayo.
Es una isla muy verde, no en vano tiene muchos pastos y
muchas vacas para formar el famoso queso de Mahón. Como es una isla ventosa. (Isla
del mar-viento-piedra), está toda ella de cuadrículas para proteger la tierra
con muretes bajos de “piedra-seca”. Una finca se divide en “tancas”. En los
sitios más resguardados aprovechan para cultivar algo de huerto.
También la llaman o llamaban
La Isla de la Luz, por los muchos “Talaiot” que son montículos de piedra sobre
los cuales hacían fogatas que se iban corriendo por toda la isla cuando se
acercaba un barco desconocido. Así si venía con aviesas intenciones, daba media
vuelta, ya que toda la isla estaba avisada.
Los caballos son otro símbolo
de la Isla. Todos hemos visto alguna vez por TV. lo atractivas que son las
Fiestas de Ciudadela. Pues por lo visto, no hay fiesta que se precie sin ellos.
Son unos caballos preciosos, negros y brillantes. Vimos muchos pastando.
Hicimos varias excursiones,
conociendo lo principal de esta isla pequeña pero acogedora, partida en dos por
una buena carretera que une Mahón con Ciudadela, antigua capital, con edificios
más señoriales de piedra y Sede del Ovispado. Nos enseñaron una capilla de un
Cristo muy famoso “El Cristo de Ciudadela” por sus varias exudaciones a la
vista de todos. Lo rezamos y besamos.
Mahón, es la ciudad moderna,
comercial, y con un puerto impresionantemente maravilloso, con sus seis
kilómetros, todo natural. Nos dieron la vuelta completa por los dos lados en un
Catamarán moderno, desde el que se podía ver el fondo marino, pero no nos lo
enseñaron, ya que el agua estaba un poco revuelta con mar de fondo. Pero vimos
la fortaleza de La Mola, a la entrada del puerto. Donde se usó, para retener en
cuarentena a todos los que venían a la isla si traían alguna enfermedad, y como
cárcel.
En otra, era Mahón y sus
Miradores, nos vimos todo el Casco Antiguo, sus Iglesias de San Francisco
(donde se casó una amiga mía que es de allí). Pude llamar al timbre de su
familia, ya que pasamos por delante de su casa, conocerlos y darlos un beso en
cinco minutos. La iglesia de Sta. María con su órgano fastuoso, y toda la
historia que nos contaron sobre él.
También conocimos El Toro, que
es la cumbre de la montaña más alta, y desde allí se divisaba toda la Isla.
Como hacía muy bueno, fue un espectáculo grandioso.
Otro sitio espectacular fue
“Coves d`en Xoroi”. Oradada en un acantilado impresionante, con muchas
escaleras que bajar con su consiguiente leyenda. Hoy es una cafetería y en
verano sala de fiestas. Nos dieron una “Pomada” que es así como llaman a la
bebida de tres partes de limonada con una de ginebra, hecha allí desde tiempos
de los ingleses.
Muy original la réplica de un
pueblo de pescadores, casi en miniatura, donde sus calles son de cincuenta
centímetros, sus tejados pintados de blanco. Son de veraneo, los muebles son de
mampostería, y lo único que pudieron meter grande fueron los colchones. Se
llama BENIBECA.
El tiempo que quedó libre lo
empleamos en bajar a la playa por unos jardines desde el hotel hasta la misma
arena, o en las piscinas de tan grande complejo hotelero preparado sobre todo
para familias en verano con niños, En sus instalaciones, había un tobogán
enorme de colores con otra piscina. Otra preciosa infantil, juegos, Parque etc…
La playa era recoleta; una
cala en forma de concha bastante grande. Estábamos en la zona norte. Arenal
d`es Castell, con buenas urbanizaciones alrededor y buenos chalets, pero ahora
por supuesto casi todo cerrado.
Me quedé con ganas de conocer
Fornell, un pueblo pesquero por lo visto precioso, y famoso por sus Calderetas
de Langosta.
Quiero tener un recuerdo
especial para los guías de las excursiones. Unos grandes profesionales, que no
paraban de contar la historia ( Que si ingleses, que si franceses, que si
Nelson, que si bucaneros, que si fenicios…que si la historia de la mayonesa…, que
si leyendas) amen de las explicaciones interesantes de cada sitio. Algo nos
quedará en un cajoncito del cerebro. ¡Ah, sí!, tengo que mirar en Internet lo
del Doctor Orfila, tan importante.
Chapó para Virginia, con su
maravillosa forma de modular la voz. Silvana que no paró de hablar en cuatro
horas a buen ritmo por todo Mahón y a José por CIiudadela y con sus chistes de
vez en cuando para romper el ritmo.
¡Ya solo me queda Mallorca
para conocer todas las ISLAS BALEARES!
Abril 2013
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